CIUDAD
Rosario/12 consultó a dirigentes cegetistas y a otros que no pertenecen a esa organización gremial. Si bien no hubo evaluaciones orgánicas de los sucesos, todos coinciden en condenar la violencia. Pero las miradas difieren alrededor de los modelos sindicales en pugna. La independencia del movimiento obrero y el temor a que todo se resuelva entre patotas.
› Por Alicia Simeoni
Las lecturas sindicales son variadas a la hora de pensar en la batalla campal que se produjo en la quinta de San Vicente, en Buenos Aires, durante el traslado de los restos del general Juan Domingo Perón; pero todas coinciden en condenar las expresiones de violencia y marcarlas como un retroceso. Los enfrentamientos ocurrieron cuando se necesita de la unidad para discutir sobre la distribución de la riqueza, opinó el bancario Luis Ortega mientras el químico de Fray Luis Beltrán Daniel Santillán planteó temor porque se usen patotas y barras bravas para reprimir las demandas de los trabajadores. Con un tono distinto y sin querer comprometer palabra, el dirigente de la carne Rubén Fantini, un hombre que desde el gremio de la carne integra las 62 Organizaciones y viajó a Buenos Aires para la ocasión, no quiere "polemizar" ni "empañar" el momento que vivió como parte del cortejo que acompañó el cuerpo del máximo líder del justicialismo. Rosario/12 intentó consultar a dirigentes cegetistas que no opinaron porque a nivel regional no se produjo una evaluación sobre la jornada en San Vicente. Por último, el metalúrgico villense Victorio Paulón y el dirigente de los maestros rosarinos Gustavo Teres coinciden en marcar la violencia y los enfrentamientos como características de la lucha entre cúpulas que se corresponden con un modelo sindical agotado y profundamente comprometido con distintos sectores del poder. Allí se levanta la necesidad de independencia de los sindicatos tanto de los partidos políticos como del gobierno, de los poderes económicos y de los credos religiosos.
Ortega no duda en afirmar que los agresores "seguramente" no eran afiliados ni a la UOCRA ni al gremio que nuclea a los camioneros. "Es un hecho por demás repudiable y queda claro que se trató de dos patotas que aprovecharon la circunstancia para denostar al sindicalismo...Eso no es todo el sindicalismo y lo peor es que ese hecho nos hace retroceder, va en contra de la posibilidad que tenemos los trabajadores de discutir el reparto de la riqueza. Necesitamos un movimiento obrero unido por una sola consigna que tiene que ver con la distribución de la riqueza".
Para el secretario general de la seccional Rosario de La Bancaria que es parte de la CGT local y a la vez tiene dirigentes que se postulan para la próxima conducción provincial y local de la CTA, en la ciudad de Rosario y también en la región existe desde 1983 "una muestra de convivencia, hubo distintos nucleamientos y hemos apoyado conflictos ocurridos en San Nicolás, en Villa Constitución o en el cordón industrial y siempre se convivió de manera pacífica".
Cuando se le consultó sobre los movidas de dirigentes como Rodolfo Daer que trabajan para desplazar a Hugo Moyano de la conducción cegetista, Ortega recordó el rol de Daer con el menemismo, las privatizaciones y la flexibilización. "Es como si (Carlos) Menem dijera que hay que sacar a (Néstor) Kirchner", señaló para mostrar distancias y absurdos: "¿Hay más violencia que la de triplicar la desocupación como ocurrió durante el menemismo y en la que estuvo Daer?", preguntó.
Uno de los integrantes de las 62 oganizaciones, el secretario general del gremio de la carne Rubén Fantini no quiso "entrar" a polemizar sobre lo que ocurrió en San Vicente.
"Desde la CGT hasta San Vicente estuve en el cortejo que acompañó los restos del general (Juan Domingo) Perón y puedo hablar del día histórico que vivimos los trabajadores...Sobre la violencia nos íbamos enterando a través de los medios y nos causó mucha tristeza, mucho dolor porque no estaba en los planes de ninguno de quienes fuimos desde Rosario, de la juventud y de las 62 organizaciones" contó. Después aclaró que no quería meterse a polemizar. "No quiero que se empañe el día que se vivió. Me siento orgulloso de haber estado allí con mucha gente y ancianos llorando ante el paso del féretro del general Perón...¿Quién es responsable?. Eso lo dirá la Justicia, no lo tengo que decir yo".
Daniel Santillán, el secretario general del Sindicato Químico y Petroquímico de Fray Luis Beltrán invocó un ejemplo de la violencia sufrida por un grupo de sus afiliados que trabaja en un lavadero ubicado en Virasoro al 4.500 en Rosario. Según Santillán 250 trabajadores de esa empresa cuya afiliación fue rechazada por el Sindicato de Sombrereros, Tintoreros y Lavaderos se vieron amenazados por una patota "que se identificó como de la hinchada de Ñuls y contaron con la complicidad empresaria". Santillán dice que: "Todos saben que la intervención de patotas y barras bravas en Buenos Aires es moneda corriente. Lo que temo es que se aprovechen estas situaciones, se tomen como ejemplo y se los mande cuando existan conflictos, tal como nos mandaron la policía en el caso de Sulfacid".
El dirigente químico avanzó algo más en su temor "y es que haya algunas empresas que traten de emsablar lo que pasó como para decir que esto lo hacemos quienes defendemos las legítimas conquistas de los trabajadores". Citó como ejemplo - y luego lo haría el docente Gustavo Teres-lo ocurrido en el Hospital Francés de Buenos Aires, con la actuación de una violento grupo que se movió ante la inacción policial.
"Es el reflejo del modelo sindical que rechazamos hace 15 años y que no queremos que se vuelva a producir". De esta forma el secretario general de la UOM de Villa Constitución Victorio Paulón se ubicó para reflexionar sobre la violencia y el enfrentamiento ocurrido en la quinta de San Vicente y atribuyó la responsabilidad a "la pelea de las cúpulas sindicales". Paulón recordó que "esta es la explicación más clara del por qué apostamos a un nuevo modelo sindical...Lo que define situaciones de este tipo son los temas que se relacionan con la autonomía y lo que sucede cuando se dirimen las internas partidarias en los espacios sindicales".
El concepto de democracia sindical y las condiciones indispensables de la independencia de los partidos políticos, de los credos religiosos, de los gobiernos y del poder económico son las que levanta Paulón "como condición para que no ocurran situaciones como la de San Vicente que empañó un homenaje muy sentido y lo que debió ser una gran manifestación popular"....De ahí que el dirigente metalúrgico sostiene que se apuesta a la construcción en la Central de Trabajadores Argentinos y a un nuevo modelo sindical.
Para el secretario general de la seccional Rosario de la Amsafé, Gustavo Teres, "fue una expresión de lo peor que tiene el sindicalismo" y muestra "el agotamiento de un modelo sindical que no trabaja para organizar ni a los trabajadores ni a sus luchas sino que recurre a las barras bravas de distintos clubes que en algún momento trabajan para un determinado intendente o en otros presta servicios para algún dirigente sindical".
"Lo que debió ser un hecho festivo y de mucho sentimiento para una determinada identidad política se transformó en un hecho vandálico y muy lamentable" dijo Teres quien también señala que también existe otro sindicalismo "que no es el de los aparatos y autos lujosos ni el de la administración de las AFJP sino que se trata de compañeros que viven y trabajan a la par de sus representados y que se comprometen con la intendencia política, la autonomía sindical y con el interés supremo de defensa de la clase obrero". Lo ocurrido en el Hospital Francés de Buenos Aires fue puesto de puesto como ejemplo de que "se mandaban y se mandan patotas a querer destruir genuinas expresiones del movimiento obrero".
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