Lun 24.10.2005
rosario

CIUDAD › EL SOCIALISMO APABULLO AL PERONISMO Y SE QUEDO CON SIETE CONCEJALES

Mérito para la gestión de Lifschitz

Una diferencia de 26 puntos marca la contundencia inédita del triunfo del socialismo sobre el justicialismo en Rosario. El PS logró cien mil votos más que en la elección que consagró intendente a Lifschitz, quien ayer volcó en las urnas los resultados de su gestión.

› Por Leo Ricciardino

El peronismo de Rosario no esperaba el resultado de ayer. Sabía que perdía con el Frente Progresista Cívico y Social, pero no por casi 26 puntos de diferencia. Es más. El socialismo no imaginaba -ni remotamente- que estaría poniendo el séptimo concejal, mientras que el peronismo estaba casi seguro de que obtendría cuatro de los once escaños en disputa. Carlos Comi (ARI) ratificó una buena performance y creyó pelear una segunda banca para su fuerza. Horacio Ghirardi acumuló incluso casi 60 mil votos más de los que había logrado Miguel Zamarini encabezando la lista de concejales del socialismo en las elecciones de 2003. El PS consiguió unos 100 mil votos más de los que había obtenido Lifschitz para intendente hace dos años. Pero esa diferencia se encuentra, precisamente, en el crecimiento en la adhesión que tuvo su gestión en estos dos años y más allá aún de la tracción que operó la figura de Hermes Binner en la boleta. Por lo que la elección de ayer lo tuvo al jefe comunal como a uno de sus grandes ganadores.

Los números, a veces, no sólo son contundentes, sino que son dolorosos. Ghirardi le sacó a Miatello una ventaja de nada menos que 120 mil votos. Lo que no sólo marcó una gran diferencia ayer, sino que pone un freno muy fuerte a las aspiraciones que el candidato peronista empezaba a considerar de cara al 2007.

Lifschitz empezó por agradecer a la ciudadanía "por el profundo respaldo que nos dieron en las urnas", tuvo la humildad de no decir a mí gestión, aunque no hubiera sido exagerado por más tracción que imprimiera la figura de Hermes Binner desde la boleta de cargos nacionales. Porque si bien Ghirardi obtuvo 100 mil votos más de los que cosechó el propio Lifschitz en 2003 para intendente; esa masa electoral no puede ser interpretada de otra manera que no sea relacionada al crecimiento electoral del propio jefe comunal en estos dos años de gestión. Sobre todo, si se tiene en cuenta que Ghirardi tenía -antes del comienzo de la campaña de cara a las primarias de agosto-, apenas un cinco por ciento de conocimiento entre los rosarinos. Esa brecha fue acortada rápidamente, el subsecretario de Gobierno que llenó con creces esa postulación. Pero está claro que aquí Lifschitz plebiscitó con un gran éxito su gestión al frente del Palacio de los Leones.

Una mala experiencia previa con los anuncios anticipados en el 2003, tornaron por demás de cautelosos a los socialistas que se guardaron sus bocas de urna y sus proyecciones de mesas testigos hasta pasadas las 21.30. Recién ahí, explotó la euforia de los dirigentes que ya hacía mucho tiempo no sabían como seguir conteniendo la euforia que les imponían los resultados.

Recién cuando promediaba la noche apareció en escena un candidato inesperado: Miguel Pedrana, el séptimo en la lista del Frente Cívico y Social que ni por asomo imaginaba su ingreso al Palacio Vasallo. Es más, el candidato que lo antecede en esa nómina -Jorge Boasso- era buscado ayer por todos los medios para escuchar sus declaraciones porque se había confirmado su reingreso al Concejo, aunque con un perfil netamente opositor perfilado duramente en la campaña de las elecciones internas de agosto.

El peronismo no podía con su desconsuelo. Miatello, de todas maneras, acompañado por Agustín Rossi y María Eugenia Bielsa; absorbió el golpe electoral que acababa de recibir. El Frente para la Victoria quedó casi 10 puntos abajo de sus expectaticas previas y eso le hizo perder a su cuarto concejal. Luisa Donni no tendrá un lugar en el cuerpo legislativo local a partir del 10 de diciembre.

Un capítulo aparte para el ARI. Hizo una buena elección pero a sus dirigentes les supo a derrota. Es que hasta último momento jugaron su segundo concejal y la posibilidad de una banca nacional para Alicia Gutiérrez, no salió así y sólo Carlos Comi obtuvo lo que esperaba: aunque su banca en el Concejo no estaba en discusión desde las primeras encuestas que se hicieron para estos comicios.

El partido de Lilita Carrió ingresó en una meseta en Rosario y tiene por delante el desafío de hacer crecer la fuerza. Los 52 mil votos de Comi son un paquete interesante, pero con el Concejo reducido no reditúan en muchos cargos. Además, el corte Comi-Binner que se esperaba existió pero no incidió demasiado, aunque sí fue suficiente como para contrarrestar la performance que tuvo Alicia Gutiérrez en el resto de la provincia. Hubo por lo menos, 15 mil votantes rosarinos de Comi que no votaron a Gutiérrez.

El voto en blanco en Rosario, para concejales, fue el más bajo de los últimos cinco años: 33.000 sobres vacíos. Contra los casi 80 mil de las elecciones municipales de 2003. Con estos números, el socialismo tiene claramente la primer minoría en el Concejo Municipal y, por ende, el derecho a designar presidente del parlamento local. Algo que no sucede en Rosario desde la recuperación de la democracia.

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