Para muchos rosarinos, no se trató sólo de paranoia que los llevó a guardar sus autos y refugiarse durante la tenue tormenta del sábado por la tarde. Ni siquiera de la angustia de revivir lo ocurrido pocos días antes. Anoche, al menos hasta las 23, el servicio meteorológico mantenía vigente el alerta de fuertes tormentas para el sur de Santa Fe, y aseguraba que el tiempo continuaría inestable. Los milímetros caídos durante el fin de semana fueron 36, y alcanzaron para anegar unas cuantas calles, además de provocar "angustia y temor de mucha gente", según reconoció el titular de Defensa Civil, Marcos Escajadillo. Por otro lado, ayer no se produjeron piquetes en la ciudad.

Los techos rotos durante el fenómeno del miércoles 15 se hicieron sentir en muchas casas durante este fin de semana. "Tengo todo inundado, el techo de fibrocemento se me rompió y no lo arreglé porque estaba todo demasiado caro, así que no sé qué hacer", contó con desesperación una empleada de clase media, mientras intentaba salvar lo que le había quedado al descubierto. La imagen también era desoladora en el barrio Santa Lucía: algunos vecinos, a los que las chapas otorgadas por el gobierno no les alcanzaron para reponer todos los techos, improvisaron cerramientos de nylon para no mojarse tanto. No fue el único lugar de la ciudad donde se veía el plástico como sustituto de techos y ventanas.

La acumulación de basura y los desagües vetustos provocaron anegamientos en diferentes calles. Según Escajadillo, la falta de recolección se debió a que "los horarios de los camiones fueron retrasados por la presencia de los piquetes, ya que los camiones tienen sus centros de transferencia en el oeste, y esos pasos fueron los que estuvieron obstruidos".

Defensa Civil realizó un relevamiento ayer a la mañana y detectó calles tapadas por el agua en "la zona del parque Independencia, 27 de febrero y Riccheri, Vera Mujica y Córdoba, así como Balcarce y Virasoro", señalados por Escajadillo como los lugares más complicados. En tanto, el túnel Celedonia Escalada estuvo cerrado entre las 9 y las 14 por la gran cantidad de agua. Aguas Santafesina y la dirección de Tránsito fueron los encargados de realizar las tareas de drenaje para rehabilitar la circulación.

En tanto, la tormenta provocó también ayer un corte en un cable de media tensión en Arijón y Buenos Aires, que dejó a 1.500 clientes sin luz, además de numerosos inconvenientes en baja tensión que -afirmó la vocera de la EPE, Diana Antruejo- se fueron resolviendo durante el día. Los problemas en la red subterránea se produjeron especialmente en el micro y macrocentro, con denuncias en Mendoza al 2000, Santa Fe al 2100, San Lorenzo al 1300, 9 de julio al 2600 y Balcarce y Jujuy, entre otras direcciones que ayer sufrieron cortes de luz durante el día.