La Asociación en Defensa de la Vivienda Unica se movilizó ayer frente al Colegio de Martilleros para frenar el remate de dos inmuebles, instancia que finalmente no se concretó con uno de ellos, ubicado en La Florida, por la ausencia de oferentes. Las subastas se habían originado por deudas con la Empresa Provincial de la Energía y con la Municipalidad de Rosario por de la Tasa General de Inmuebles (TGI).

Marcelo Bonini, presidente de la asocación, dijo que "habiendo una ley provincial que suspende los remates de vivienda única hasta el 30 de noviembre, es contradictorio que una empresa de la provincia subaste una". Precisó que el remate de la unidad ubicada en Perú 1658 surgió por "una deuda con la EPE, aunque nosotros corroboramos que esta persona no puede pagar, tiene dos hijos, hizo un convenio pero al quedarse sin trabajo este cayó, la deuda debe oscilar en mil pesos de capital".

La otra vivienda está ubicada en pasaje Rufino Ortega 222 bis y se subastaba por una deuda con la TGI, que asciende a 540 pesos más 140 de honorarios para el ejecutor fiscal. Bonini solicitó una audiencia con el intendente Miguel Lifschitz para buscarle una salida a este caso.