El secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales, Néstor Ferraza puso ayer la cifra definitiva a la que aspira el sector que representa: "Un 20% de aumento salarial para antes de junio", dijo y agregó -como para que no queden dudas- "esto no es una subasta, decimos 20 para sacar el 20, no es producto de ninguna especulación". Inmediatamente consultado, el intendente Miguel Lifschitz deslizó tímidamente que "vamos a tratar de acercarnos lo más posible". Si bien no hubo una negativa como en otras oportunidades, el jefe del Ejecutivo municipal ensayó el mismo argumento que se usa cada vez que comienza una negociación de este tipo, "nuestro presupuesto es muy ajustado y de algún lado vamos a tener que recortar" para satisfacer el reclamo de los agentes.

Ferraza fue muy específico ayer al aclarar que la cifra del 20% "no se discute" y manifestó que esperan que el incremento se haga efectivo antes de junio. De no prosperar el pedido de los trabajadores, "podría haber medidas de fuerza", aseguró.

Por su parte, el secretario adjunto del gremio, Antonio Ratner también fue categórico al señalar que el Ejecutivo "debe admitir que hoy por hoy están pagando salarios bajos, con atrasos absolutamente comprobables. Por eso, lo que estamos pidiendo, es una cifra lógica. Ninguna locura". El dirigente gremial lanzó otra advertencia al señalar que "lo que esperamos esta vez es que no empiecen otra vez con el cuento de las paritarias, porque cuando aparecen los pedidos de aumento se juntan todos los intendentes de la provincia y empiezan a ver cómo dilatan los tiempos", explicó Ratner y agregó que "esta vez no habrá dilaciones posibles: Si no hay oferta salarial concreta en poco tiempo más, habrá conflicto".

Ferraza ayer deslizó que hubo algunas conversaciones con las autoridades de la Secretaría de Hacienda y de Gobierno y señaló que "probablemente" la próxima semana desde el Municipio se anuncie alguna propuesta salarial.

Por su parte, el intendente Lifschitz afirmó que "vamos a tratar de aproximarnos lo máximo posible", a la cifra que pide el sindicato. Mucho menos confrontativo que en otras oportunidades ante reclamos similares, cuando había mencionado que el incremento no debería superar el dígito.

Los municipales, además de poner un porcentaje, fijaron un ultimátum: si el aumento no se acuerda antes del 26 de marzo, dijeron que iniciarán un plan de lucha. Lifschitz dijo que el municipio buscará acercarse lo máximo posible a esa cifra, pero buscando que el impacto sobre sus finanzas "sea limitado". De todos modos, avisó: "Habrá que reducir servicios y obras ya proyectados".

En los últimos meses del año pasado, los municipales recibieron el último incremento salarial -también del orden del 20%-, y en esa oportunidad el Ejecutivo debió recurrir al Concejo para que le vote un refuerzo presupuestario para poder hacer frente a la nuevas erogaciones, más teniendo en cuenta que se trataba de cifras remunerativas. Por eso, ayer Lifschitz explicó que "hay que ver más allá del porcentaje, si se trata de cifras remunerativas o bonificables porque hay también hay diferencias importantes".