"Fue todo en silencio y oscuridad", manifestó el jefe de la Unidad Regional II, Ricardo Ruiz, refiriéndose a la agresión de la que fue víctima el empresario del transporte Rubén Rodríguez, en la madrugada de ayer. El hecho sucedió a las 4.30 en el domicilio del titular de la empresa Las Delicias, en la zona sur de Rosario, cuando una persona ingresó y lo golpeó con un elemento contundente mientras dormía, provocándole dos heridas cortantes y sangrantes, una en la frente y la otra en el borde parietal. Debido a las contusiones, Rodríguez tuvo que ser hospitalizado en un centro asistencial. Por la agresión, personal policial de la seccional 15ª que investiga el hecho demoró a un conocido del empresario, un hombre de unos sesenta años, oriundo de Villa Gobernador Gálvez, que sería un familiar de Rodríguez, y que está sospechado de haber sido el autor del ataque.

Las importantes medidas de seguridad implementadas por Rodríguez en su domicilio de Juan Canals al 1000 no fueron suficientes para impedir el ingreso de una persona, que se dirigió directamente hasta la habitación donde el empresario dormía, para pegarle un fuerte golpe en la cabeza.

Según confiaron fuentes policiales, el empresario se encontraba durmiendo en un dormitorio, mientras que su esposa junto a un nieto lo hacían en otra. El agresor burló las cámaras de seguridad, entró y lo golpeó con un elemento contundente. Bañado en sangre, el titular de Las Delicias comenzó a gritar en pedido de ayuda, pero el atacante logró escapar.

El terrible impacto sobresaltó a Rodríguez, que no pudo alcanzar a divisar al agresor, quien salió rápidamente de la casa sin llevarse ninguna pertenencia. En este sentido, las sospechas de los investigadores sobre los móviles de la agresión descartaron la posibilidad de un robo. Sobre su mesa de luz, el empresario había dejado un costoso reloj y valores que quedaron exactamente en el mismo sitio.

De inmediato, el titular de la empresa Las Delicias fue trasladado al centro asistencial Ipam, donde ingresó con traumatismo de cráneo, heridas cortantes en el rostro y el cuero cabelludo, pero sin pérdida de conocimiento. Fuentes del sanatorio indicaron que al empresario le habían realizado los controles habituales y se encontraba en buen estado de salud, por lo que iba a ser dado de alto en las próximas horas.

"No faltaba nada en la casa, no pareció tratarse de un robo, sino de una agresión dirigida directamente a Rodríguez y de alguien que aparentemente lo conocía", manifestó en declaraciones radiales, Ricardo Ruiz, comisario inspector de la Unidad Regional II.

El empresario, que había cerrado todos los ingresos de su domicilio en la zona sur de la ciudad, no pudo reconocer a su agresor, pero sí declaró que varias puertas estaban abiertas, aunque no evidenciaban haber sido violentadas, y que el sistema de monitoreo de seguridad no detectó nada. Por este motivo las sospechas apuntan a un allegado de su entorno familiar, ya que Rodríguez manifestó en su declaración a la policía que tenía problemas personales e íntimos.