Vie 23.03.2007
rosario

CIUDAD › UNA PROTESTA SOCIAL TERMINO CON INCIDENTES

Del piquete a la comisaría

La policía aseguró que intervino "porque hubo robos a vehículos que no podían circular" y que solo se "defendieron de las agresiones", pero los manifestantes del MTR Cuba denunciaron una "feroz represión".

› Por José Maggi

Nueve personas detenidas, dos heridos con balas de goma, cuatro policías con heridas leves y varios vehículos policiales dañados, fue el saldo de una protesta social realizada en la mañana de ayer en la zona de 27 de Febrero y avenida de Circunvalación. Los incidentes se produjeron pasadas las 11 cuando habitantes del barrio Santa Clara y zonas aledañas realizaron un corte en avenida de Circunvalación a la altura de Virasoro reclamando agua así como ayuda social para el barrio. La policía aseguró que intervino "porque hubo robos a vehículos que no podían circular" y que solo se "defendieron de las agresiones", pero los manifestantes del MTR Cuba denunciaron una "feroz represión". El responsable del operativo reconoció a este diario que no hubo orden de desalojo. Hoy los nueve detenidos deberán presentarse ante el juzgado de instrucción de la quinta nominación.

Entre los detenidos estaba Nelson Sosa de 21 años, junto a su tío Diego Sosa de 25 años. "Vivimos en el barrio y cruzamos por la avenida Circunvalación cuando la policía empezó a tirar. Nosotros corrimos del miedo, y nos detuvieron porque dicen que nos escapamos. Pero cómo no vamos a correr si nos estaban cagando a tiros", confiesa Diego.

También Leticia González estuvo demorada durante varias horas. Vive en Moreno al 3900, en barrio Matheu. "Estábamos con varios compañeros luchando por la copa de leche y no nos dan nada, así que elegimos el Día Mundial del Agua, exigimos agua para el barrio. Estaba todo tranquilo hasta que llegó un policía que le quiso sacar el bombo a uno los chicos, y muy prepotente le empezó a insultar a nuestra compañera Tania, y cuando le empezamos a reclamar a los gritos sacó su arma y la volvió a guardar. En eso llegan los otros policías que le dan una escopeta Itaka con la que comenzó a disparar".

Tania Salinas, reconoció al agresor: se trata de un policía de apellido Lacunza, y es del barrio Santa Clara. "Su nombre es Juan o Daniel, y ya lo conocemos porque ha hecho otras cosas con otros chicos del barrio. A mi me arrastró por el piso y me golpeó", revela Tania, quien lleva en sus ropas las huellas de la brutal agresión. Está aún impactada, parada en las puertas de la comisaría 33 de Estación El Gaucho, descalza, con solo unos zoquetes que le cubren los pies. "Me robaron las zapatillas, y la plata que tenían en la mochila. Encima nos liberan en esta comisaría y tenemos que ir hasta la 33".

Nelson Ponce tiene 23 años y es quien resultó herido de varias perdigonadas en sus piernas. "En medio de la discusión intenté ver si había una salida, pero vi que el oficial (Lacunza) continuaba con su prepotencia, y en un momento de nervios le pedí que se retirara, que se vaya, y le dije que no estábamos haciendo ningún disturbio, que la mayoría de los oficiales que habían venido otras veces lo habían hecho con respeto y bien, y no como él que había venido con prepotencia. Y ahí, en el revuelo, empezaron a venir sus compañeros porque la cosa estaba más caldeada, y llegaron más patrulleros y más Comandos, y fue cuando le alcanzaron a este hombre (Lacunza) la escopeta Itaka y fue cuando todos empezaron a disparar".

Nelson, denuncia además que su hermana Romina Ponce de 20 años resultó herida con un disparo en una de a sus piernas. "Lo único que pude ver es que se le salía toda la grasa para fuera del pie, eso en el primer tiro, porque cuando quisimos acercarnos a auxiliar a mi vieja el policía le tiró otro itakazo y le pegó en la mochila que tenía en la panza".

--El comisario Haro aseguró que hay denuncias de robo a automovilistas.

--Eso es todo mentira, -contesto Tania- Pero no nos extraña. Las versiones de la policía no son ciertas.

Alrededor de las 18, también abandonaron la comisaría 33: Marta Coronel de 55 años, Mabel Galván de 33 años, y Agustina Sota de 59 años. "Estaba en el corte cuidando las ollas que habíamos llevado, así que como no me quise ir, me llevaron presa, esposada junto con las ollas", reveló Agustina.

La Unidad Antirrepresiva por los Derechos Humanos Rosario denunció "a las fuerzas policiales que están señaladas en el clásico informe anual de CORREPI ocupando el segundo puesto en el ranking de gatillo fácil, arbitrariedad y abusos en todo el país".

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