El mismo día que el municipio se hacía cargo de dos nuevas líneas de transporte urbano a través de la Semtur, el intendente Miguel Lifschitz lanzó la advertencia: "El sistema no se sostiene con una tarifa de 75 centavos", afirmó el jefe comunal para luego aclarar que se refería al escenario que existirá el año próximo con nuevos recorridos y colectivos renovados. "Hoy estamos trabajando al límite. Si uno pretende que se renueven las unidades, que se respeten las frecuencias, que haya un servicio de calidad, ese servicio tiene un costo que hoy no se solventa con 75 centavos. Es el gran dilema que tiene el transporte", reconoció el intendente a 25 días de que venza el plazo para la compra de pliegos del nuevo sistema. Al respecto el titular del Palacio de los Leones dijo confiar que el proceso será exitoso, "con empresarios que puedan quedarse con las nuevas concesiones", pero aclaró que de fracasar la licitación, la municipalidad se hará cargo de la totalidad del sistema.

Ayer formalmente la Sociedad del Estado Municipal para el Transporte Urbano de Rosario (Semtur) absorbió las líneas 120 y 133, que manejó hasta la semana pasada la ahora quebrada empresa Molino Blanco. De esta forma el municipio pasó a controlar en total 10 líneas, que constituyen el 25 por ciento del sistema que cuenta con 40 recorridos distintos. El intendente reconoció que la idea del municipio era darle a la Semtur el rol de "empresa testigo" con a lo sumo el 20 por ciento del sistema, pero luego aclaró que las circunstancias no lo permitieron.

En declaraciones a Radiofónica, el jefe comunal señaló que a su entender el transporte no era un tema conflictivo en Rosario. "Pese a las dificultades que existen -apuntó- que devienen no de la situación particular de Rosario sino del escenario general de este servicio público en el país, que se sostiene con subsidios del Gobierno nacional ya que de otra forma sería absolutamente imposible hacer coincidir una tarifa que garantice cubrir los costos y sea viable para los usuarios".

Lifschitz sostuvo que "en la ciudad todos los temas tienen algún grado de conflictividad. Pero el tema del transporte es un tema que está bajo control, tiene cierto grado de inestabilidad propio del país que se sostiene a través de los subisidios que aporta el Estado. A pesar de esta precariedad, en Rosario tenemos dos fortalezas: tenemos un plan de transporte que lo venimos desarrollando en forma gradual y contamos con una empresa municipal que es un punto de fortaleza y de equilibrio que tiene el sistema para superar sin inconvenientes los deficits que surgen como el que vivimos esta semana con Molino Blanco.

"En la actualidad -continuó Lifschitz- estamos bien planteados. No tenemos el sistema que quisiéramos pero es un transporte que comparativamente con lo que existe en la Argentina sigue teniendo un nivel razonable de calidad para los usuarios".

- ¿Se sostiene el sistema con 75 centavos?, le preguntaron a Lifschitz.

-No, en absoluto. Hoy estamos trabajando al límite, se sostiene en forma precaria pero cuando uno pretende que se renueven las unidades, que haya coches más nuevos que se respeten las frecuencias, que haya un servicio de calidad, ese servicio tiene un costo que hoy no se solventa con 75 centavos. Es el gran dilema que tiene el transporte.

-¿Aumentará en lo inmediato el boleto?

-Por el momento no lo evaluamos. Estamos en pleno proceso licitatorio y no sería prudente cambiar ahora las reglas de juego. A fin de año vencen los subsidios nacionales y estamos siguiendo la situación con la prudencia necesaria para no afectar el bolsillo de los usuarios.