El principal empresario del transporte urbano de pasajeros de Rosario, podría quedar inhabilitado para participar del proceso licitatorio lanzado para reformular el sistema, de confirmarse un fallo de primera instancia en su contra, que ya fue apelado. Agustín Bermúdez, en su condición de propietario de la desaparecida empresa Martín Fierro fue condenado a pagarle 5 millones 800 mil pesos más intereses a la Municipalidad por los daños ocasionados a unidades de trolebuses entregadas en comodato por el municipio durante los '80 para la explotación de la línea K. En los pliegos de la licitación en marcha aparece como impedimento para resultar adjudicatario los inhabilitados por condena judicial. Desde la Secretaría de Servicios Públicos aclararon que, de presentarse en el proceso licitatorio, Bermúdez lo hará como titular de Rosario Bus, razón social que reemplazó a Martín Fierro, lo que le permitiría sortear el obstáculo legal. Para el impulsor de la causa, el ex concejal Osvaldo Turco si queda firme el pronunciamiento, "Bermúdez no podría continuar siendo concesionario, más allá de los artilugios legales que ponga".

El fallo en cuestión lleva la firma del juez Civil y Comercial de la 2º Nominación, Luis Alberto Ramuno en el marco de una causa inciada en el año 1991. "Aunque hayan pasado 14 años, genera satisfacción saber que nuestra lucha dio algún resultado", dijo Turco a Rosario/12.

Según datos aportados a este diario por la Subsecretaría de Legal y Técnica municipal, la sentencia recayó sobre la firma Martín Fierro SRL por la omisión de no cuidar los bienes otorgados en comodato por el municipio para la línea K de trolebuses (coches y el equipamiento accesorio). "Martín Fierro fue siempre una empresa de Bermúdez que incumplió sistemáticamente sus obligaciones en beneficio propio", agregó el concejal mandato cumplido para luego recordar que durante su paso por el Palacio Vasallo entre los años 1989 y 1993 emprendió una "cruzada" legal y política para que se decretara la "caducidad de la concesión". Los incumplimientos de Bermúdez fueron varios y de hecho se le retiró la concesión a comienzos de la década del '90 (ver aparte). Pero al mismo tiempo, Turco presentó en la Justicia una demanda contra el poderoso empresario por los daños que éste le había ocasionado a las unidades y los accesorios aportados por el municipio. Días atrás se conoció el pronunciamiento del juez Ramuno, que de quedar firme podría impedirle a Bermúdez ser oferente del proceso licitatorio en marcha, cuyo plazo para adquirir los pliegos vence el próximo 7 de diciembre.

Al respecto desde la Secretaría de Servicios Públicos señalaron extraoficialmente que en realidad, de presentarse Agustín Bermúdez lo hará como titular de Rosario Bus, empresa que absorbió varias firmas de transporte urbano -entre ellas Martín Fierro- y que en la actualidad controla 13 de las 40 líneas del sistema.

En el municipio creen que la situación legal mencionada le permitirá al principal empresario del TUP presentarse en el proceso licitatorio ya que los impedimentos no lo salpican por el cambio de razón social. Distinta es la opinión del ex concejal Turco para quien "las ordenanzas vigentes así lo establecen. Si se hubiera hecho una lectura correcta de las normas Bermúdez no podría haber conseguido la cantidad de líneas que le adjudicaron los intendentes de los últimos años".

Para la administración que encabeza el intendente Miguel Lifschitz la no presentación de Bermúdez en la licitación del nuevo sistema de transporte, conduciría el proceso a un casi seguro fracaso ya que hay contados empresarios locales del rubro en condiciones financieras de efectuar la millonaria inversión exigida en los pliegos para renovar la flota y dotarla de la última tecnología.