enviado especial

La proximidad del clásico rosarino ha fervorizado los ánimos en el futbolero reducto de Sarmiento y Santa Fe. Así como han proliferado las cábalas (el doctor Herrera Sotelo enterró un sapo en el baño de caballeros), también se han cruzado apuestas de todo calibre. La más impactante, sin duda alguna, es la jugada entre el licenciado Albergoli y el fuerte empresario juguetero Pocho Mir. Se habla de una suma, a pagarse el próximo lunes, que rondaría la cifra de los 500.000 dólares. "¿No es mucho?", habría aventurado un pusilánime testigo de la tensa escena. "Si el lunes es mucho -dicen que contestó Mir-, pagaré el mismo domingo por la noche, aunque tenga que quedarme sin cambio. Eso -agregó, sarcástico- en el muy improbable caso de que deba morder el polvo de la derrota".

La voz de Querol perduraría en el espacio.

Como es bien sabido, cada tres años, la NASA envía al espacio exterior una cúpula conteniendo objetos identificatorios de nuestra época y nuestra cultura. La intención es que el día de mañana o pasado mañana, algún curioso alienígena pueda extasiarse en la contemplación de una hamburguesa, un tirabuzón a pila, un preservativo con poco uso. Lo que ha conmovido a la colonia de El Cairo, sin embargo, es la noticia, llegada a través de la embajada norteamericana en nuestro país, de que los científicos yanquis han pensado preservar, en la de los tiempos, la irrepetible voz de Daniel Querol, garganta mayor de nuestra ciudad. Se supo además que el registro quedaría grabado en un compact-disc y que Querol podría lucirse en la modulación de diversos poemas de Malena Cirasa. "Es de terror", habría dicho el propietario de Luna al enterarse de la buena nueva.

¿"Galleta" Pardo al Toluca?

En más de una oportunidad se ha visto en la mesa del boliche a Juancito Berros, el sobrio representante de las estrellas del más popular de los deportes. Suele ocurrir, incluso en compañía de algunos de sus representantes con quienes sostiene largas conversaciones, en apariencia, profesionales. Pero ha trascendido que los motivos que lo llevan al enclave de Santa Fe y Sarmiento son muy diferentes.

Se sostiene que su oculta intención es conseguir el contrato de alguno de los integrantes del equipo de El Cairo. Al estar por las informaciones de quienes lo frecuentan, Berros presume de conocer un buen futbolista tan solo por la manera de caminar.

Setiembre de 1990

Sabido es, que El Cairo ha sido siembre un nido de comunistas. Nadie puede ignorar, a esta altura de la perestroika, que desde Sarmiento y Santa Fe ha surgido los andamiajes ideológicos que fueran sostén y ejemplo de los lineamientos socialista del Politburó. Algunos politicólogos, incluso, atribuyen injustamente a esta influencia el actual caos en que está inmerso el régimen rojo. De una u otra forma, al igual que armenios y azerbaijanos, ya una de las mesas de El Cairo han solicitado su independencia del Comité Central. Es una de las mesas pequeñas que está cerca del bajo de "caballeros" y exige a los jerarcas del régimen, no ser considerada nunca más integrante de la repúblicas socialistas soviéticas. La segunda parte del manifiesto, redactado por tres parroquianos cairotas, afirma que se han abrazado los sagrados postulados del capitalismo. Acto seguido, los parroquianos solicitaron una vuelta de whisky importado.

Un año más sin que el Premio Nobel haya caído en El Cairo

Apenas pudo comprobarse la nueva acción discriminatoria del jurado de Estocolmo hacia las primeras espadas de la corriente de pensamiento nacida entre las mesas que nunca preguntan, una ola de desencanto ganó los favorecidos rostros de "La Mesa de los galanes". Es que se esperaba que algunos de los premios grandes beneficiara, por fin, a aquellos que perseveran día a día desde el anonimato. Y no se trataba, por cierto, de una esperanza desmedida o basada tan sólo en la fantasía candorosa de los pueblos tercermundistas. ¡o no era acaso, el doctor Rozoaglio, firme aspirante a la presea dorada, con sus estudios sobre el "síndrome meniscal, neumática y aluvional"? ¿O no podía ser distinguido el doctor Marcelo Herrera Sotelo con el Premio Nobel de gastronomía, dado sus avances en la materia? Sabida es la presión que sufre el ecuménico premio ante los tironeos políticos, económicos e ideológicos, pero la ofensiva omisión de algunas de nuestras firmas mayores, en este año, es algo que supera lo tolerable.

Octubre de 1990

Como todo un factor de poder que se precie, la corriente de pensamiento originada en Santa Fe y Sarmiento conocer perfectamente la importancia de una salida a las vía navegables.

El problema llevó a la catástrofe a la Alemania de Hitler e impide actualmente la inserción de Bolivia en el primer mundo.

Por lo tanto, ni lerdo ni perezoso, el Cairo ha colocado a uno de sus líderes intelectuales en el acceso mismo del vital Paraná, ese río tan largo que nunca termina de pasar. En efecto, desde hace días nomás, el cantautor latinoamericano Ricardo Centurión se ha hecho cargo de la estratégica guardería de piraguas de la bajada Escauriza, al final (o comienzo) de La Florida, desde donde vigila, controla y supervisa el paso de los grandes petroleros hacia Oriente.

Por otra parte, no será de menospreciar el enorme aporte musical que esta movida de Centurión significará para el acervo nativo. No dudamos que, desde ahora, nuevas chamarritas, chamamés y litoraleñas brotarán de su inspiración, como agua de manantial.

El ejemplo expansionista de Saddam se ha visto reflejado en El Cairo. Más de una vez la "Mesa de los galanes", sobre el álgido horario de las siete de la tarde, ha sido ocupada por parroquianos poco avisados o desaprensivos. Tardes atrás, un grupo de señoritas, tomó el predio condenando al sufrido grupo de veteranos al ostracismo, la dispersión y la conducta errática. Se los pudo ver merodeando por mesas vecinas, acechantes y ansiosos, en una réplica desmerecida del pueblo palestino. Si no hubo escenas de pugilato fue tan sólo debido a que las damas lucían jóvenes, fuertes, agresivas y con un poder de fuego disuasorio que intimidó a los popes filosóficos. De todas formas, los compañeros gastronómicos, en un intento por evitar tales situaciones tensas, estudian la posibilidad de elevar el precio del café para quienes se aventuren en la mesa que da de espaldas a calle santa Fe, sin acreditar la mayoría de edad que se requiere para el caso.

Diciembre de 1990

Destino marcado

Para aquellos militantes cairotas con cierta antigüedad, no puede resultar indiferente el nombre y la figura del inefable Chonchón. Fanático de dispares metejones, como el cine y la astrología, chonchón fue, hasta años atrás, un referente ineludible de "El Cairo", custodio full-time de las mesas que nunca pregunta. Un buen día, sorprendiendo a la cátedra y dando muestras de coraje, Chonchón se levantó de su silla y se fue a vivir a Barcelona. Muchos eran los que apostaban a que muy pronto se lo vería de nuevo por Santa Fe y Sarmiento, retornando vencido a recuperar la mesa que jamás debió abandonar. Pero no fue así. Chonchón alto, rubio y de ojos celestes, recaló desde aquel entonces en la Ciudad Condal y muy de cuando en cuando, de vez en vez, llega para visitar a su gente. Eso sí, cambió varias veces de apostadero en Barcelona, pero, hoy por hoy, vive en un departamento en la intersección de las calles República Argentina y El Cairo. Aunque usted no lo crea.

Sabia decisión

Cuando ya todo el mundo desesperaba, porque la fecha final se venía encima y las cosas estaban a medio hacer, surgió el hombre providencial. Es que el proyecto municipal de remodelar la Rambla Cataluña y todas las playas cercanas a La florida se hallaba tercamente trabado y se necesitaba de alguien con voz de mando y espíritu emprendedor para doblegarlo. Fue entonces cuando emergió la figura ciclópea de Chelo Molina, arquitecto mayor de la "Mesa de los galanes" y liquidó la cosa.

Con mano propia empuño motoniveladoras, arrancó yuyos y ganó al río terrenos que parecían inconquistables. El domingo pasado, erecto sobre una Caterpillar cual moderno Rommel redivivo, entró en triunfo por el paseo ribereño seguido por sus hombres y ante el aplauso conmovido de la concurrencia.

Enero de 1991