Desde que Sebastián Candotto renunció a la secretaría de Prensa de Central, medios de la ciudad y de Buenos Aires tienen graves dificultades para cubrir periodísticamente los partidos del primer equipo auriazul. Por caso, el domingo el diario La Nación debió suspender el envío de un periodista al Gigante porque le rechazaron el pedido de acreditación, algo similar a lo padecido por Clarín y Olé. Además, el presidente Horacio Usandizaga amenazó con reducir el número de credenciales cedidas al matutino deportivo porque no le gusta lo que allí se escribe de su club. Pero el episodio de censura más grave se vivió el día del clásico, dentro del campo de juego, donde hinchas de Central identificados con pecheras de "Prensa" se pararon delante de los fotógrafos al momento de posar el primer equipo leproso, evitando así retratar la formación rojinegra con la tribuna visitante a sus espaldas.