Pertenezco a una gestión fuertemente comprometida con el reconocimiento del rol de la mujer en la sociedad y en la igualdad de derechos con el hombre, que implementó con continuidad políticas públicas pioneras en el país para revertir la discriminación, aportando a una construcción más democrática, integrando y ampliando oportunidades de accesos para las mujeres, más aún las que se encuentran en situaciones más vulnerables.

La creación del Area de la Mujer, con sus Programas y Proyectos y en especial los Planes de Igualdad y de Trato entre Mujeres y Varones permiten comprometernos, desde el acuerdo de gestión pública y sociedad, en la construcción de políticas transformadoras de las condiciones estructurales y culturales que están en la base de la discriminación por género.

Como mujer que ocupa un lugar de representación, asumo el desafío de seguir avanzando en estos objetivos, a través de ordenanzas que permitan consolidar un escenario social de equidad e igualdad: profundizar la transversalidad de la perspectiva de género en las políticas públicas; incentivar la participación política y la ciudadanía plena de las mujeres; lograr que las mujeres puedan insertarse y desarrollarse más y mejor en el mercado laboral; promover los derechos sexuales y reproductivos en el ámbito de la educación formal y no formal; construir una sociedad sin violencia familiar ni social para las mujeres, que será sin duda una sociedad más segura para todos y todas

Todo lo vinculado a la salud sexual y reproductiva es un tema que debe ser abarcado en su integralidad, que lleva implícito avanzar en temas como educación sexual, acceso a información para poder tomar decisiones con responsabilidad y cuidado de nuestros cuerpos y también evitar la muerte de mujeres gestantes que en su mayoría son muy jóvenes y humildes.

El debate de este tema debe darse institucionalmente en el Congreso de la Nación. Igualmente considero muy positivo todo aporte que se haga para fortalecer los consensos en otros ámbitos institucionales y de la sociedad civil.

En la ciudad, fundamentalmente en los sectores de mujeres mas desprotegidas es necesario un estado municipal presente como el que tenemos, en el que existen instituciones donde debatir la integralidad del problema: los Centros de Atención Primaria de la Salud, el ┴rea de la Mujer y su Consejo Asesor, los grupos de mujeres que se reúnen en los Centros Municipales de Distrito para pensar juntas, entre otros.

A esto debemos sumarle que Rosario tiene una red importante de instituciones sociales y organizaciones de mujeres que trabajan en el mismo sentido.

Considero que todos estos aportes hacen a que podamos, como sociedad, profundizar acuerdos.