En la Argentina no existe aun legislación de "corte obligatorio" de biodiésel para los combustibles fósiles, como sucede en los países más avanzados del mundo. Un proyecto de ley al respecto ya fue aprobado en el Senado de la Nación, y aguarda su paso al recinto de Diputados. Ese sería el gran espaldarazo para impulsar la producción de este combustible orgánico, renovable y menos contaminante. "De aprobarse la ley se podrían llegar a producir 600 millones de litros anuales de biodiésel", se entusiasma el empresario Jorge Kaloustian.

La obligatoriedad del corte es el incentivo que necesita el biodiésel nacional después de que el fin de la convertibilidad disparó en pesos el precio de la soja. "Además antes del años 2002 vendíamos el litro a 52 centavos, cuando el gasoil estaba en 60. Pero luego el precio del gasoil no acompañó la devaluación", señala el dueño de Fox Oil. Actualmente las exportaciones a Alemania se realizan con un precio de 0,595 dólar por litro de biodiésel, es decir alrededor de 1,80 peso, lo que le resta competitividad frente al gasoil que ronda 1,50/1,60 peso por litro en las estaciones de servicio argentinas.