Las políticas para prevenir y combatir el delito, el trabajo conjunto de los agentes municipales y provinciales para controlar a los desarmaderos de autos que se alimentan de vehículos robados y un inminente control exhaustivo de las motos, fueron el eje de la primera reunión del Consejo Municipal de Seguridad Ciudadana de Rosario. Estuvieron presentes el intendente Miguel Lifschitz, el secretario de seguridad de la provincia Horacio Ghirardi y los jefes de la policía provincial y de la URII. En ese marco, Ghirardi habló con Rosario/12 sobre la supervisión civil del accionar policial y la corrupción enquistada en algunos sectores de la fuerza. "Hay un proceso de depuración de la policía que es para destacar", sostuvo y afirmó que "el control del personal policial está garantizado".

Según detalló el funcionario, el Consejo se reunirá de ahora en más todos los meses con el objetivo de aunar fuerzas. "Se van a realizar operativos semanales sobre las llamadas economías delictivas: talleres autopartistas, venta ilegal de celulares y sobre todo habrá un fuerte operativo sobre las motos, que son herramientas muy utilizada en los arrebatos, las salideras bancarias y el llamado delito express. Existe un mercado muy importante de motos robadas y sin patentar por lo que a los controles de la dirección de tránsito municipal se sumarán operativos policiales", anunció Ghirardi.

Respecto a otras políticas de seguridad, adelantó que habrá saturación policial en barrios como La Tablada con el objetivo de reducir los índices del delito. "El 911 es una gran herramienta que nos da un mapeo de las zonas rojas o más complejas donde hay que poner mayor atención. Allí va a haber mayor presencia policial", afirmó aunque aclaró que el objetivo "no es estereotipar a ningún lugar".

Luego de la polémica desatada cuando el gobernador Hermes Binner dijo que la inseguridad es "una sensación", el funcionario dio su propia mirada sobre la problemática. "La inseguridad es preocupante pero hay que tener en cuenta que ha habido un crecimiento de la población, que los fines de semana hay en promedio un millón y medio de personas en la ciudad y que la estructura policial está sobreexigida. El balance del 2009 deja claro que los índices delictivos no se han disparado sino que se mantienen. De hecho, el 70 por ciento de los homicidios siguen siendo por cuestiones interpersonales y no por robo, aunque está claro que es necesario poner más empeño para bajar esos índices", concluyó.

Además, Ghirardi garantizó el monitoreo civil sobre los veinte mil uniformados de la provincia. "El gobierno provincial ha creado un secretaría y por lo tanto el control policial hoy por hoy está garantizado".