- ¿Cómo piensa abordar el problema de la barrabrava?

- Nunca he tenido trato con los barras. El que sea socio del club y tenga la cuota al día no le voy a prohibir la entrada al Gigante, siempre y cuando se comporte como corresponde. Por todo lo demás, veremos luego cuándo sepamos bien de qué se trata.

- ¿Qué piensa hacer con Edgardo Andrada, señalado por un represor como miembro de los servicios de inteligencia de la dictadura y que trabaja en las divisiones menores de Central?

- Es una situación delicada. Yo siempre fui defensor de los Derechos Humanos y lo sigo siendo, por supuesto. No he tenido trato con Andrada cuando estuve en el club. Creo que es un tema para hablarlo con él y seguro que dispondremos de gente para que se converse su situación. Quiero que él me cuente su pasado, yo no lo puedo condenar. Pero claro que si realmente se ratifica todo lo que se dice de él creo que no le corresponde seguir trabajando en Central.