"La obra pública, la producción y la seguridad son el Triángulo de las Bermudas del Frente Progresista Cívico y Social", señaló el precandidato a gobernador por un sector del kirchnerismo, Rafael Bielsa. El ex canciller recibió a Rosario/12 en su departamento de la calle Tucumán frente al río Paraná, donde habló de la existencia de un "desencanto generalizado" con el socialismo, y consideró que el gobernador Hermes Binner, "no gestiona la provincia", sino que "la administra". También prometió que el peronismo "va a enfrentar los problemas", y habló del nuevo sistema de boleta única como un "avance", pero criticó al gobierno por "la falta de difusión". "Pareciera que buscan que vote poca gente", disparó. En ese sentido, aseguró: "Yo no soy ni rico, ni famoso. En todo caso, el sistema es beneficioso para (el candidato del PRO, Miguel) Del Sel. Pero, si me favorece a mí, le favorece a Agustín Rossi".

-¿Qué diferencias hay entre usted y Rossi cuando los dos representan a la Casa Rosada?

-Nosotros quisimos una lista única hasta último momento, luchamos por eso y tratamos de administrar nuestras diferencias para ir con una lista única, pero no conmigo como candidato, sino con el que fuese más competitivo. Por eso, no soy yo el que tiene que decir qué me diferencia con Agustín, tendrá que explicar él en qué se diferencia de mí. La interna del justicialismo es respetuosa, educada, con ideas concretas donde los candidatos nos ocupamos más de nuestros adversarios políticos, que es la alianza socialista. El 23 de mayo, la cosa va a ser mucho más sencilla para nosotros.

-¿Qué impresión tiene del gobierno de Hermes Binner?

-Como candidato, creo que hay un desencanto generalizado, me parece que abundaron las palabras y los anuncios. Me tomé el trabajo de ingresar a la página de la provincia, en la parte de obras, las palabras que más abundan son "en etapa de proyecto, a licitar, licitado, con contrato firmado y en ejecución". De las 600 obras que anuncia la provincia muchas son de la Nación, y otras son ridículas. Por otro lado, el Puerto de la Música es el único "puerto" del que se habla. Este es un puerto de servicios que no está ligado con la actividad productiva. Nosotros hicimos campaña en 2007 hablando de la importancia que tenía el complejo logístico portuario de la ciudad de Santa Fe, y el actual gobernador decía que a Santa Fe le sobraba con tener un puerto granelero, esa era su expresión. Nosotros tenemos que llevar lo más al norte posible el Océano Atlántico para poder tener más competitividad. No hay una idea de la inversión en obra pública vinculada con la producción. En el ADN del actual gobernador no está el gen productivo. Recuerdo las jornadas de empresarios de marketing en Montevideo, donde un empresario le preguntó al gobernador qué ofrece Santa Fe para invertir, y él contestó "el diálogo". Pienso todo lo contrario, hay que eslabonar el crecimiento nacional con el provincial. Y por todo esto la gente está desencantada.

-¿En qué sentido?

-En los últimos tres años se hizo todo mal en materia de seguridad. La provincia tiene policía propia, entonces el bien de los santafesinos le corresponde al gobernador. Siempre que hay una crisis de este tipo, le echa la culpa a alguien, se va de viaje o no hace declaraciones, y a los peronistas nos parece que a los problemas hay que ponerles el cuerpo. Esa es la diferencia entre administrar y gestionar; este gobierno no gestiona. No hubo liderazgo ni decisión para aplicar políticas criminales que en la campaña fueron manifestadas. Mejorar esto no es un tema de presupuesto. Cuando yo sea gobernador, voy a ser el jefe de la policía; o sea, voy a hacer control de desempeño, operativo, ocuparme y estarle encima a la fuerza. El aspecto tecnológico no llegó a la policía para que pueda bajar información de las bases de datos nacionales; y esto cuesta dos millones de pesos para un presupuesto de 25 mil millones que tiene la provincia. En definitiva, creo que lo productivo, la obra pública con fines productivos, y la seguridad han sido el Triángulo de las Bermudas de este experimento.

-¿Por qué experimento?

-Porque una cosa es una alianza electoral y otra una coalición gubernamental. Cuando se aumentaron irrestrictamente los impuestos, el Frente Progresista Cívico y Social, dejó de ser social; cuando superpuso lo que establece el artículo 55 de la Constitución, que es departamentar los nodos, dejó de ser cívico; cuando el gobernador confundió a Víctor Brusa, el ex juez violador de los derechos humanos, con Amilcar Brusa, el buen entrenador de Monzón, dejó de ser progresista; y ahora, dejó de ser frente, a tenor de las expresiones.

-¿Cómo ve la situación del déficit en viviendas, y cómo lo abordaría?

-Hay 60 mil viviendas en las que no se terminaron los trámites de titularización; o sea, uno vive ahí, pero no hay escritura a pesar de la normativa que obliga a que eso sea así. El gobernador contesta que no tiene un banco público, pero cuando lo tuvo lo recapitalizó varias veces. No es la persona más indicada para que le demos un banco. Por ejemplo (Jorge) Capitanich en Chaco está usando herramientas financieras que permiten fondearse y esos fondos licitarlos en entidades financieras para que éstas hagan una oferta de créditos a tasas más bajas y menos exigentes. La construcción por el Estado no es la mejor solución. Hace falta imaginación, liderazgo y decisión política para resolver.

-¿Qué opina sobre las voces que acusan al candidato de Binner, Antonio Bonfatti, de utilizar fondos del Estado para la campaña?

-Si eso fuera cierto es desde mal desempeño de sus funciones, a abuso de poder, mala disposición de fondos públicos, todas figuras penales. Por eso me parece que hay que ser muy serio y responsable con eso. Si hay pruebas hay que denunciarlas, si no las hay, confiar en la respetabilidad de los individuos.

-Días atrás usted manifestó que Santa Fe es un auto excelente funcionando a querosén. ¿Quién tiene un mejor combustible?

-Sin dudas, el kirchnerismo. La Argentina leyó muy bien qué le servía: lo primero fue desendeudarse para salir de la genuflexión del Fondo Monetario Internacional (FMI). Inició una protección a la industria nacional; buscó tener un stock de reservas; leyó que había que hacer esfuerzos para diversificar la matriz productiva y los mercados. Ahora, se empiezan a ver los resultados y las intervenciones estatales son más puntuales. Este es un país dificilísimo de gobernar, y hace siete años que aquí hay un predominio de las continuidades por sobre las fracturas. Santa Fe, entrando en este cuadro más amplio para conveniar con la Nación, estaría entrando a unos muy buenos cuatro años.

-¿Puede ser que Rossi tenga razón en que la boleta única desganará a la gente en las urnas?

-Siempre frente a un paso moderno algunos se resisten; pero hay que mirar el cuadro completo: es posible que en una primera instancia favorezca a los ricos y famosos, y disuada del voto, pero eso implicaría que tenemos que seguir con la lista sábana que es inaceptable. Es posible una merma, pero pareciera que el gobierno que está a cargo del escrutinio quisiera que vote poca gente. Se comporta de esa manera. Sobre a quién le favorece, yo no soy ni rico ni famoso, en todo caso beneficia a Del Sel. Si me favorece a mí, a Rossi también.