Para el vicepresidente Boudou el derecho a huelga "es muy importante", pero también lo es que "el conjunto del pueblo argentino reciba con tranquilidad todos los bienes y servicios". Por ese motivo, en los primeros minutos del día de ayer tomó la decisión, junto al ministro de Trabajo Carlos Tomada, de decretar la conciliación obligatoria en el conflicto salarial que enfrenta al sindicato de camioneros y la cámara del sector. Confió que ambas partes disponen de quince días para seguir discutiendo en negociaciones paritarias, en "un marco adecuado de discusión".

En la Nación están "convencidos" de que las diferencias van a "terminar felizmente". Pero en el caso de que no sea así y "si hace falta", se aplicará la ley de desabatescimiento. Los sorpresivos paros de camioneros, con acciones que bloquearon ayer en San Lorenzo la provisión de combustible provocaron escasez en estaciones de servicio de Rosario. No obstante, Boudou prefiere pensar que el gremio solo "está discutiendo por los derechos de sus afiliados".