El aborto con misoprostol permite interrumpir embarazos sin riesgos, pero no reemplaza la necesaria discusión legislativa sobre la legalización del aborto. "Siempre decimos que no soluciona el aborto ilegal. Se piensa mucho que el acceso al misoprostol ya nos solucionó el tema, pero en realidad no. A aquellas que puedan acceder a la información, al acompañamiento, a las pastillas, les quita gran parte de la carga y cambia el paradigma desde el cual se aborta. Pero no soluciona el acceso universal. Pensamos que el estado tiene que ser el garante de la salud de las mujeres", afirma Pilar Escalante, de MalasJuntas, que integra Socorristas en Red. Cuando el estado garantiza ese acceso, hoy, "lo hace individualmente, caso por caso, por excepcionalidad. Y lo que nosotras necesitamos no es la excepción, sino que la regla sea que las mujeres podamos acceder a decidir sobre nuestro cuerpo".

Luciana Caudana, también de MalasJuntas, considera que la ilegalidad del aborto "se juega en cada acompañamiento, porque si bien es cierto que contar con médicos y saber en qué efectores se puede contar con profesionales te aceita el mecanismo, si llega una chica que no tiene obra social, que no lo puede blanquear en su familia, que por condiciones sociales no lo puede contar, todo el tiempo se dan situaciones que tenés que resolver y no se plantean abiertamente. Desde el momento que tenés que ver si puede llegar a juntar la plata para comprar las pastillas, si en la farmacia del barrio la puede comprar o no se anima porque sabe que la gente lo va a comentar. Se juegan cotidianamente este tipo de cosas que hacen evidente que es una práctica que no está legalizada".

El proyecto de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que se presentó en marzo del año pasado con 60 firmas de legisladores, nunca fue tratado en las comisiones del Congreso.

En cuanto a la realidad en Santa Fe, Pilar afirma que "con todas las limitaciones que tiene la gestión socialista en salud, al menos no se ha dado una persecución a los médicos que están pudiendo desarrollar una experiencia. Y hay algunas personas hacia adentro del sistema público de salud que tienen interés en abrir espacios un poco más amigables a estas cuestiones. Pero no alcanzan, no es una política de salud seria, consistente, que es lo que de hecho se necesita".