Eduardo "Tucu" Costanzo -el represor procesado por su actuación en Fabrica Militar- optó por dejar de hablar: luego de las primeras declaraciones en donde señaló la responsabilidad de varios de sus otrora compañeros de andadas, incluyendo la denuncia sobre dos cuerpos aparentemente enterrados en La Calamita, prefirió el silencio.

En rigor además rompió lanzas con sus abogados defensores -de oficio y particulares- y tras la detención de Pagano a manos de su hijo -también llamado Eduardo y miembro de la policía provincial- se llamó a silencio.

Sin embargo sus primeras declaraciones dispararon el trabajo de antropólogos: Constanzo aseguró que había dos cuerpos enterrados en La Calamita. Y aunque los resultados de las excavaciones realizadas hasta el momento no alientan el hallazgo de un cuerpo, la recurrente presencia de astillas óseas hace suponer a los investigadores que en realidad pudo haber sido este el sitio de un enterramiento en una época no muy distante. Sin embargo son tan pequeños que no es posible peritar y extraer el ADN de los mismos -de confirmarse como se sospecha que pertenecen a humanos y no a animales-. Esta será la última semana de trabajo del grupo de expertos, que en agosto elevará al juez los resultados de su trabajo.