"Hay medidas que son arbitrarias. Un sindicato no puede decir que hay que cerrar el domingo porque un trabajador de 48 horas de Coto viene a laburar los cuatro domingos porque él quiere y les pagan dos mil pesos más, además hay un montón de puestos de trabajo que se van a perder", dijo a este diario un muchacho que vestía una remera azul de Coto y que se identificó como Rafael. Esta persona arengaba a los otros que habían llegado hasta la delegación local del Ministerio de Trabajo en varios colectivos, tal como relataron dirigentes de la AEC, y que en un momento arrojaron huevos a las ventanas. En el grupo que manifestaba en la esquina de Lagos y San Lorenzo también había gente con remeras del supermercado Carrefour. Mientras se desarrollaba la audiencia, los custodios de los representantes de la empresa organizaban los cordones de seguridad para evitar cualquier contacto con la prensa, lo que motivó algunos cruces por los impedimentos para desarrollar la tarea periodística. La presencia de los custodios generó además momentos de tensión dentro del edificio. Según contaron los funcionarios, uno de los custodios ingresó con un arma a la sede, pero fue advertido por uno de los agentes policiales afectados al operativo de seguridad. Si bien pudieron constatar que la persona tenía los permisos para portar el arma, los funcionarios relataron asombrados el incidente.