Pese a la afinidad ideológica, la relación entre Hermes Binner y Elisa Carrió ha tenido en los últimos años tantos altibajos que la actualidad los encuentra más que distanciados. Las diferencias comenzaron cuando el Socialismo y el ARI fueron con fórmulas separadas en las presidenciales del 2003. Carrió terminó cuarta detrás de Menem, Kirchner y López Murphy, mientras que Alfredo Bravo logró apenas un puñado de votos.

Meses después, en las elecciones provinciales santafesinas, el ARI no presentó formula propia para gobernador y vice. Carrió prometió apoyo, pero nunca recorrió la provincia junto a Binner. Sin ese aval, el ex intendente de Rosario fue el más votado pero, ley de lemas mediante no pudo llegar a la Gobernación.

De cara al 2007, Carrió se ha mostrado algo más conciliadora. Ayer vaticinó la victoria de Binner en los comicios del domingo y dio señales que apoyará una opción "no PJ" para que otra fuerza gobierne en Santa Fe. Pero el apoyo de Lilita siempre tiene reparos: ayer volvió a advertirle a los socialistas que deben financiarse genuinamente y con transparencia, no con recursos públicos provenientes de las gestion de gobierno.