CIUDAD › TERCERA CéLULA
Fronting
- Jorge Oneto. 69 años. Agente bursátil. Detenido hasta el 12 de noviembre. Al frente de la construcción del edificio Acqualina. El fiscal lo acusó de tener capacidad de actividad de fronting, aún mayor que la de Marcelo Jaef y Pablo Abdala, por ser controlador de actividades de Bolsa; también por tener relación con la célula que tiene contacto con actividades narcocriminales. "Desarrollo toda mi actividad en Rosario desde hace mucho tiempo, y hoy me encuentro preso. Por eso, me gustaría hacer consideraciones: con el campo de Villa Amelia no tomé contacto hasta que me contactaron con las personas que me lo acercaron, a partir de que Pérez, que había comprado un departamento en la torre Acqualina, me comentó que estaría la posibilidad de cancelar el saldo del departamento con un campo de 124 hectáreas. No conozco del tema y me contacté con un corredor matriculado especialista en campos y le pedí que me averigüe en qué condiciones estaba. Después de ir a verlo, me manifestó que era muy malo. El 30 por ciento es inundable. Estaba la posibilidad de establecer parque industrial. Entonces le dije andá a ver qué podemos hacer. Y me dijo `si no tenés urgencia por venderlo, son tierras que van a valer. Se lo compré a Abdala y a Jaef que los conocía sólo socialmente, nunca un negocio ni nada en común. Cuando tuve la oportunidad de contactarme, me manifestaron la posibilidad y lo conecté a Kurtzemann para que tome los recaudos necesarios. El me comentó de la posibilidad de escriturarlo. No había inconvenientes y era un negocio como tantos otros de los que yo hago. Cuando tomé conocimiento del campo, había gente interesada en un parque industrial. Borghi (el comprador de buenafe) me manifestó que la intención era hacer parque industrial. Después lo analizamos y la posibilidad de venta era cierta y encaramos el tema. Hicimos un boleto y le pedimos a Kurtzemann que iniciara los trámites de escritura, porque la mayor parte del campo se pagaría contra escritura. Me comentó Kurtzemann que había sobre ese campo una anotación litigiosa. Me contacté con (su abogado, Héctor) Superti y le manifesté el inconveniente. Pasados varios meses yo necesitaba darle respuesta al que me quería comprar el campo y Superti me comentó que en Fiscalía le manifestaron que había una denuncia. El miércoles recibí el allanamiento en mi propiedad. Mi hijo de 10 años abrió la puerta cuando tocaron el timbre y apareció un encapuchado con un fusil. Hasta mi detención no tenía conocimiento de Jaef y Abdala, solo eran contacto para comprar, y socialmente. Con respecto a Pérez, tenemos una mesa hace 19 años en la que nos reunimos los martes en el bar Pampa. Somos entre 10 y 11. Hace 6 o 7 años se sumó Pérez. Kurtzemann trabaja conmigo. (Por el campo) Se canceló el saldo del departamento que Pérez tenía en Acqualina. Entregué otro de ahí, una oficina en el edificio Embajador y en otro edificio. Además del dinero que hubo que aportar para gastos", fue su descargo ante la jueza.
- Marcelo Basilio Jaef. 55 años. Dueño de la clínica de implantes dentales de San Juan y Oroño. Fue acusado de actuar como fronting y como comprador connivente. También le achacaron una "relación comercial fluida" con quienes tienen vínculos narco (De Gaetano y Pérez). "En cuanto a la tentativa de compra de un inmueble de calle Presidente Roca, como hice toda mi vida cuando adquiero una propiedad, fui a mi escribano de confianza de hace años porque desconozco totalmente la papelería. Me informó que los títulos estaban bien pero había algo que no lo convencía, y la operación se hacía con un poder. Vio algo raro. Me aconsejó no seguir con esa operación y le hice caso. Me dijo que había descubierto alguna firma que no era la que correspondía. Hicimos la denuncia respectiva y me retiré, como ciudadano no tengo más obligación que hacer lo que hice. Esa operación quedó trunca. Respecto de la acusación, resumiré: dentro de la famosa banda que nos dicen que somos, sólo conozco a Abdala, excelente amigo y profesional. Estudiamos juntos, jugamos al fútbol, somos amigos. No conozco a una parte de la supuesta banda y aclaro que toda esta banda es un solo bien, en mi caso particular (el campo de Villa Amelia). En la cárcel conocí a Aymo, no lo había visto en mi vida. Torres no tengo idea de quién es, nunca hablé con él, ni con Aymo, ni con las causas de las que se los acusa, porque ellos tienen causas, hay un Colegio de Escribanos que tiene que intervenir. Somos víctimas de estas situaciones. Yo compré el campo, nunca en mi vida vi al escribano más que en la escritura (por Aliau), pregunté los antecedentes y todo normal. Compré el campo sin boleto, sino con escritura a nombre de una persona determinada. Desconozco todo lo que hay para atrás. Me lo vendió una persona que firmó adelante mío y de un escribano que dio fe. Eso va a un organismo del Estado que lo certifica; no nosotros que dicen que inducimos. Yo llevé un título y si el escribano me dijo que está bien, yo qué tengo que saber qué hay para atrás. Me dieron una escritura y el escribano me certificó que no hay inconveniente. Sabíamos que el campo no servía para nada: estuvo mucho tiempo abandonado, nadie hizo nada. Yo tomé posesión, no había nadie adentro, ni un cartel ni nada. Se me acusa pero yo me desligué de forma inmediata. Yo no soy comprador y vendedor de propiedades, eso suele quedar en mi patrimonio, propiedades de 15 o 20 años. Dentro de mis posibilidades queda en mi patrimonio. No entra ni sale de forma ilícita. Lo tuve un año en mi patrimonio. Me di cuenta que no servía para nada. Durante ese año, nadie me reclamó nada. Lo declaré y pagué impuesto a las Ganancias como hace una persona de bien. Lo vendimos. Al comprador lo conozco socialmente (por Oneto). Leandro Pérez hizo la negociación y el escribano Kurtzemann, cuyo padre estaba en la misma escribanía que mi escribano Bufetti. Soy honorable y trabajo con personas así. Vendí el campo y compré una propiedad, y me meten en una red de lavado de dinero, de narcotráfico, con una célula de los Cantero. En el '83 se fundó la clínica (de implantes). Nadie puede discutir mi honorabilidad. Toda la vida me dediqué a trabajar. Mi institución es honorable, y fue allanada de una manera terrible, en lugar de citarme como una persona de honor que soy. Cuando me allanaron yo no estaba en mi casa y volví, pero parece que ahora ser fanático de los autos es un problema, son míos y no los saqué de una organización delictiva, nadie me va a decir cuándo los puedo comprar y vender. O cuántos tener. Los medios informan barbaridades, que se me junte a mí con una red como Los Monos nunca lo van a poder demostrar. Jaef tiene las mejores esquinas de la peatonal Córdoba, yo no necesito hacer ningún ilícito. Para que después los medios digan todas estas barbaridades, con gente que no conozco ni tengo nada que ver. Luché 33 años para mantener mi nombre. Hay que tener más cuidado. Apenas tenga la posibilidad recuperaré mi nombre. Me considero honorable, señor fiscal. No tengo nada que ocultar, puedo hablar horas. Compré un bien, vendí un bien, eso es todo lo que hice, pero no pertenezco a una red de narcotráfico. Yo tengo actividades lícitas, pero parece que no es bueno, porque si tengo un patrimonio soy un delincuente. Me dedico a trabajar para disfrutar. ¿Quién determina mi nivel de vida? A lo mejor para mí el nivel de vida que tengo es poco, pero no lo determina ninguna Fiscalía ni nadie por el estilo. Mi actividad es lícita por sobre todas las cosas. No tengo escuchas, relación o conocimiento. A Oneto lo conozco socialmente, nunca hice negocios con él; a Pérez lo conozco porque soy gran comprador de autos y me aburro de los autos y los vendo. Necesito que alguien me los venda. A Aliau lo vi en la escribanía y a Kurtzemann también. Esa es toda mi relación con la famosa banda, o sea cero. Totalmente cero. Estoy anonadado. Siento gran impotencia. Voy a solucionar mi nombre porque no hice nada para estar acá, y menos en la cárcel. Voy a pelear por daños y perjuicios. Se ocuparon del chiquitaje. ¿Por qué no se ocuparon de buscar mi patrimonio? Tienen todos los papeles de mis autos, propiedades, tarjetas, no tengo nada que ocultar. Espero que esto termine lo antes posible. Que cada uno se haga cargo de lo que hizo. Yo no hice nada.
- Pablo Abdala. 56 años. En libertad bajo fianza. Gerente de diario La Capital. El fiscal lo acusó de integrar la célula de las personas con capacidad de actuar como fronting, para hacer circular activos, y por tener "trato frecuente" con quienes tienen relación con el narcotráfico. En su declaración, aseguró: "Es un momento irreal en mi vida. Hace cinco días que no duermo. No puedo creer que una sola persona crea las imputaciones que me hacen. Me carcome por dentro, se me está destruyendo la vida. Soy una persona honesta no tengo nada que ver con una asociación ilícita. Cuando murió mi padre me hice cargo del negocio familiar. Trabajo mucho, los últimos 22 años lo hice en una compañía donde entré como administrativo. Soy uno de los más de 400 empleados, y me fue bien. Lo mejor que me pasó fue constituir una familia sólida y sana. Nos fuimos de viaje como todos los octubres, un viaje planificado, y a los tres días me surgen los allanamientos, me puse a disposición, llamé a mi casa y a la oficina para decir dónde estaban las llaves de los armarios y fueron a buscar la caja fuerte, les di la combinación, se llevaron todo y mi abogado me dijo que me vuelva. Saqué viaje directo a Ezeiza desde Miami. Hace unos años le presté un dinero a Jaef, una persona de bien, honesta. Pasó un tiempo y yo le pedí la devolución y surgió que me invita a participar del negocio de un campo. Yo tenía un porcentaje del 50 por ciento del campo por mi plata del préstamo. Me interesó porque trabajo en grupo América, de medios, soy gerente de Rosario, y tienen diario La Capital que hace cinco o seis años se ocupan de loteos; debemos tener seis o siete con gente especializada. Envié a Tomás Ferguson, gerente comercial, a Villa Amelia para que vea la factibilidad del campo. También mande a Daniel Bruera, que maneja el suplemento de Campo, alquiló un caballo y lo recorrió. Mande un drone también. Me dijeron que no estaba cercado, que tenía hectáreas inundables y no se podía hacer un loteo. Ahí dije que no sirve y que mejor venderlo. No participé de ninguna negociación ni de compra ni de venta. Es descabellado. No estoy en una asociación ilícita. Soy honesto e inocente".
- Luis María Kurtzemann. 46 años. En libertad bajo fianza. Lo acusaron por "insertar datos falsos en documentos". "Hace 20 que trabajo. Mi papá era escribano. No tuve sumarios ni sanciones. Trato de hacer mi tarea lo mejor posible. En el caso del campo se presentó Oneto, que es cliente mío desde hace años y le hice varias operaciones. Pedí fotocopia de título, escritura, fui al Registro de Propiedad, vi que no había hipoteca ni nada y vi la anterior escritura de Juan Aliau, de hacía un año. Me comuniqué con Aliau, fotocopié sus escrituras, hice estudio de título. Una de las escrituras tenía un poder de Torres, por eso tomé precaución y me contacté con él, que me dio una copia y presentamos el certificado catastral, que salió bien: no tenía embargo, hipoteca ni inhibición en cuanto a Abdala y Jaef. Formalicé la escritura y a los pocos días fui al Registro y me dijeron que el título tenía problemas, y que se llevaron el tomo. ¿Cómo puede ser si estaba todo bien? Cuando quise acceder de nuevo al tomo para ver qué problema había me dicen que tiene una anotación litigiosa. ¿Cómo puede ser si cumplí todos los recaudos? Hablé con Aliau y le pregunté si sabía algo; y me dijo que hacía unos días le secuestraron el protocolo. El problema estaba con el poder de Torres y se lo volví a pedir, pero me dijo que le habían secuestrado el protocolo. Todo eso fue posterior a la firma de la escritura; era imposible que yo lo supiera. Le avisé a Oneto que para mí "el poder era trucho". No podía dejar de inscribir la escritura, fui y me salió que era provisoria, por la anotación litigiosa. Se inscribió en forma definitiva a nombre de Oneto. Yo cumplí todos los pasos y condiciones para otorgarla, lo demás no lo sabía. La denuncia fue el 13 de mayo de 2015, en Fiscalía. A los dos días presenté el certificado. Me hubiera encantado que se presentaran en mi escribanía y me preguntaran. No estaría acá sentado. Sobre las escuchas: son posteriores, porque yo informé a las partes de la anotación litigiosa. Me puse loco cuando me enteré, porque yo no trabajo así. Tengo angustia, preguntaba quiénes eran esas personas, actué como escribano y me veo envuelto con gente que no conozco como asociación ilícita. No quise estafar a nadie. Queda como que yo sabiendo que era litigioso seguí para adelante. Ni siquiera certifico un 08 de gente que no conozco".
Nota madre
Subnotas