¿Qué es esto, lector, qué es esto? ¿No era que los turistas eran personas que venían con mucho dinero, a dejarlo aquí, en estas hermosas playas, sierras, calles, bares, librerías, cantinas, canchas de fútbol? ¿No hubo una época en la que los primermundistas venían a regodearse con nuestras carnes, nuestras bellezas, nuestras artes, nuestros deportes? ¿No venían a ver nuestras cataratas, nuestros glaciares, nuestros senadores, nuestros concejales? ¿No venían a aprender tango, fútbol, curro? ¿No se iban por la misma senda las penas, las vaquitas, la soja, los bifes de lomo, las empanadas cortadas a cuchillo, las milanesas a la napolitana, la platería y las mejores excusas para faltar al trabajo o evitar un compromiso afectivo o fiscal? ¿No venían los neuróticos de todo el mundo a analizarse a Villa Freud?

Sí, claro que sí, of course, mais oui... ¿y entonces? ¿Qué pasó, what happened? ¡¿Alguien puede explicarnos esto?! Señores turistas, háganse cargo, no le echen la culpa a la crisis... si invirtieron mal su dinero, la culpa no es nuestra, nosotros seguimos siendo los mejores en todo, y los esperamos con nuestras cajas registradoras y nuestros bolsillos abiertos, para que ustedes vengan y dejen sus dinerillos en tarjeta o efectivo, y todos contentos.

¿Qué les pasa a los turistas que vienen menos y gastan poquito? ¡¡Eso era los que nos tocaba hacer a nosotros!! (¿Se acuerdan?) En el 2002 hubo una División Internacional de la Mishiadura, y a ustedes les tocó venir a gastar plata y a nosotros quedarnos acá y recibirla; si quieren que sea al revés, pongan el peso a 4 euros y ¡allá vamos!

En serio, estamos en pleno 2009, se termina la primera década del tercer milenio, hay que ser serios... vengan y gasten, pasen y vean, compren y regalen, que la Argentina es un crisol de ofertas y demandas.

Nosotros, mientras tanto, les ofrecemos nuestro mejor producto vernáculo, el auténtico y nunca bien ponderado chiste nacional.

Hasta la semana que viene, lector.