Sáb 24.04.2010
satira

1860-1910

Hoy Sátira Hoy

Segunda parte (de cuatro) de la historia argentina, como homenaje de SátiraI12 al Bicentenario

› Por  Rudy

El 17 de septiembre de 1861, Mitre derrotó a Urquiza en Pavón. Algunos dicen que Urquiza sabía que aunque ganara la batalla en el campo, la iba a perder en los libros de Historia, ya que quien los escribía era Mitre. Mitre fue elegido presidente de la República. El presidente Mitre tuvo el apoyo incondicional del general Mitre, del periodista Mitre y del político Mitre, así como del historiador Mitre, y de varios Mitres más.

En 1863, Chacho Peñaloza, el último caudillo, es derrotado y detenido en un nuevo triunfo de la civilización contra la barbarie, y luego es ejecutado en un nuevo triunfo de la barbarie contra la civilización.

En 1865 terminó la Guerra de Secesión y los negros dejaron de ser esclavos en los Estados Unidos; si querían seguir siendo esclavos, debían dirigirse a otros países.

Los ingleses decidieron que Sudamérica era un buen lugar para los granos, ya que para ellos era el culo del mundo, y ésa es una zona donde suelen ubicarse los granos. Eligieron el Paraguay, pero necesitaban un conflicto limítrofe, lo que es difícil, porque Inglaterra no limita con el Paraguay.

Brasil, que tenía el apoyo de Inglaterra, entra en guerra con Paraguay con la excusa de que “banana nao teim carozo”. Ante una confrontación tan desigual, la Argentina decide intervenir, apoyando a Brasil.

Se funda el “Buenos Aires Football Club” y se juega el primer partido de fútbol en la Argentina. Gana el “Buenos Aires Football Club” por 18 a 0; quizá se vio favorecido por la ausencia de equipos rivales, aún no fundados.

En 1868 asume la presidencia Sarmiento. Mitre representaba a la oligarquía comercial porteña; Urquiza, a la del Litoral; Rosas, a la estanciera; Sarmiento se había quedado sin oligarquía a la que responder, ya que estaban todas ocupadas por otros próceres. Sarmiento dispuso que se realizara el Primer Censo Nacional que debía clasificar a los habitantes según el sexo. Según las respuestas de los encuestados, se establecieron las categorías “inmenso”, “grandioso”, “prometedor” y “fabuloso”.

En 1869 se inauguró el Colegio Militar, con el siguiente plan de estudios:

-Matemática Militar. Primer año: el “un” y el “dos”. Segundo año: el “tre” y el “cua”.

-Historia Militar. Primer año: la victoria, cómo inventarla. Segundo año: la derrota, cómo negarla y olvidarla.

-Expresión Artística. Primer año: Técnicas de pintura de todo lo que esté quieto. Segundo año: Técnicas de saludo de todo lo que se mueva.

-Música Militar. Primer año: “¡Tachín!”. Segundo año: “¡Tachán!”.

Epidemia de fiebre amarilla en 1871. El gobierno tomó enseguida las medidas más básicas y urgentes del caso:

-Ignorar la existencia de la enfermedad.

-Declarar que se trataba de casos aislados.

-Rechazar todo tipo de responsabilidad al respecto.

-Proveer a la esperanza común, afirmando que “ya va a pasar”, “no hay mal que dure cien años” y otras frases de consuelo a la población.

En 1874, Mitre, habiendo perdido en las elecciones para ser presidente, exigió que se respetara el resultado y lo dejasen asumir el cargo de “presidente no electo” para el que había sido designado por el pueblo. Se levantó en armas y fue bajado en armas por Roca. Avellaneda asume la presidencia, con la excusa de haber ganado.

En 1876 se sancionó la ley de Inmigración y Colonización, donde se explica qué es un inmigrante y qué no lo es, lo cual es útil para distinguir a un colono de un conquistador, o de un caudillo levantado en armas, o de una oveja.

Crisis económica: se decidió que la mejor manera de resolverla era quitarles tierras a los indios, que no estaban en crisis. Se decía que la campaña por las tierras no era contra los indios sino contra el desierto, y que los indios tenían la mala suerte de estar justo ahí, que si hubieran estado en Londres o en París, por ejemplo, ni se hubieran enterado.

Campaña al Desierto. Roca prometió que estaría en Choele Choel (Río Negro) el 25 de Mayo de 1879. Nadie le creyó demasiado, pero lo aceptaron igual, porque no existía ninguna ley que obligase a ningún general a cumplir con sus promesas militares, menos aún si las campañas eran pagadas por fondos del Estado.

En 1880, con la asunción presidencial de Roca comenzaba una nueva etapa histórica, la “Edad de Roca”. El mundo estaba viviendo la segunda Revolución Industrial: la Argentina, no, ya que la palabra “industrial” era muy mal vista por la oligarquía; la palabra “revolución”, peor todavía. Se había extinguido el gaucho, pero surgió el caucho, mucho más útil a los fines automovilísticos, aunque menos pintoresco y guitarrero.

Ahora que el país estaba internamente pacificado, lo que se hizo fue cambiar la orientación de los mangrullos hacia adentro; para que el centinela mirase hacia las ciudades, no ya hacia los toldos indígenas, y avisara si venía una revolución, o algo parecido.

Se instaló el primer teléfono del país en la casa de Bernardo de Irigoyen. Entusiasmado, don Bernardo quiso llamar a todos sus amigos para comunicarles la buena nueva, pero no pudo porque nadie más tenía teléfono. Más tarde se instaló la línea del presidente Roca, quien de inmediato llamó a Irigoyen, pero increíblemente le dio ocupado.

Koch descubrió el bacilo de la tuberculosis, denominado a partir de ahora “bacilo de Koch”. Rara paradoja de la vida: a los militares genocidas les ponen calles y pueblos a su nombre, mientras que a los científicos, que salvan vidas, les dan “bacterias, virus y enfermedades”. ¿No sería más justo hacer al revés, que los científicos sean ciudades, y que algunos militares les den su nombre a microbios? (“¿Anda mal de los riñones? ¡Le vamos a hacer un análisis a ver si hay masseras...!”)

En esos años se estableció un grupo de influencia denominado “Generación del ‘80”. Se trataba de economistas, políticos, y también pensadores, obviamente. Parafraseando a Inodoro Pereyra, si hubieran sido indios, en vez de un “grupo de influencia” hubieran sido “un malón”.

Se sancionó en 1884 la ley 1420 de Educación Común. La idea era que todos los chicos fueran a la escuela, y a los que no fueran se les pusiera “ausente”. También en 1884 se sancionó la ley 1565, de Registro Civil: hasta entonces, la Iglesia tenía el poder de decidir si uno había nacido o no, si uno estaba casado o no, y si uno seguía vivo. Si un sacerdote se enojaba con alguien, lo casaba de prepo con la más fea del barrio.

En 1886 hubo una gran disputa entre el dedo índice de Roca, que señalaba a Juárez Celman como su sucesor, y el dedo medio, que no.

Muchos inmigrantes se quedaron en los conventillos de la ciudad, que eran una especie no de “tiempo compartido” sino de “espacio compartido”: baño compartido, cocina compartida, olores compartidos. Nada había que no se compartiera; a veces varias personas debían usar la misma nariz, o la misma boca, o la misma pobreza.

En 1889, el tratado Quirno Costa-Vaca fijó los límites entre Bolivia y la Argentina: “Todo lo que está en Bolivia es de Bolivia, y lo que está en la Argentina es de Inglaterra”.

Se perdió la convertibilidad del peso en el oro, pero siguió vigente la de convertir los billetes en papel higiénico. En 1890, como para festejar los ochenta años de la Revolución de Mayo, estalló la “Revolución del Parque”, en la que el pueblo ya no pretendía “saber de qué se trata” sino “que nos dejen algo”.

En 1891, el papa León XIII dio a conocer la Encíclica Rerum Novarum, donde exponía la Doctrina Social de la Iglesia; en cuanto a la doctrina sexual, aunque el Papa no dice nada al respecto, sigue siendo la misma de siempre:

-Las cigüeñas deben casarse antes de tener hijos.

-Los sacerdotes no deben casarse ni antes ni después, ni tener hijos.

-Las únicas relaciones prematrimoniales aceptadas son: el saludo amable, el apretón de manos, el pellizco en la mejilla, el diálogo fecundo, y el chirlo nalguero (el parentesco, la vecindad y la amistad también son relaciones aceptadas).

En 1892, la UCR, recién nacida, reclamó “el resurgimiento de la vida institucional, el ejercicio de la soberanía popular y la pureza de la moral administrativa”. “¡Bueno, ya pidieron los tres deseos, ahora pueden soplar las velitas!”, dicen que les dijo un oligarca presente en el acto.

En 1896 se realizan en Atenas las Primeras Olimpíadas de la era moderna. La Argentina podría haber descollado en: Constitución al cesto, Carrera de empréstitos, Hockey sobre vaca, Salto de cargo en cargo, Nepotismo (el que nombra más parientes, gana).

Juan B. Justo y otros militantes fundaron el Partido Socialista, que se presentó a las elecciones con la esperanza de obtener algún diputado si los que hacían el escrutinio también contaban los votos que no fueran oficialistas.

En 1898, el general Roca ascendió a presidente. En 1899 viajó a la Patagonia y pudo observar el progreso: “Es increíble. ¡En sólo veinte años los indios se han convertido casi todos en galeses!”.

En el inicio del siglo XX se discutía el modelo de país: ¿agroexportador (vendedor de granos y carnes), ogroexportador (vendedor de dictadores y generales especializados en campañas al desierto u otros exterminios) o quemeimportador?

Se quitaron del Himno Nacional los versos en que se hablaba mal de España (que eran la mayoría) porque era nuestra madre patria, y como madre había que respetarla.

Se declaró “baile nacional” al pericón, que nadie bailaba desde hacía décadas. La zamba y el tango, en cambio, se descartaron por ser demasiado representativos.

La situación de los obreros distaba mucho de ser buena, ya que era pésima. Así y todo era mejor que la de los desocupados. Que así y todo era mejor que la de los sin techo ni oficio, que así y todo era mejor que la de los sin techo ni oficio y con catorce bocas que alimentar y problemas de salud. Se trabajaba de sol a sol: si el día estaba nublado o lluvioso, la patronal decidía cuándo salía el sol y cuándo se ponía. Se podía trabajar muchas horas extra, pero no cobrarlas. Si un obrero se enfermaba, tenía que avisar a la empresa con anticipación, cosa complicada porque nadie sabe cuándo se va a enfermar. Y a las mujeres se les cobraban multas por llegar “fuera de ovario”.

También se fundó el Club River Plate, para beneplácito de los futuros hinchas de Boca que todavía no tenían un club por el que hinchar, pero ya tienen uno para desear que pierda.

En 1902 se aprobó la ley de Residencia: el Poder Ejecutivo puede expulsar del país a todo extranjero condenado por tribunales extranjeros. La ley de Residencia fue acompañada por el “estado de sitio”, una manera de emparejar las cosas molestando también a los que se quedan en el país.

Se llega a un histórico acuerdo con Chile:

-“Boludo” para la Argentina, “huevón” para Chile.

-La zamba, para la Argentina, la cueca para Chile.

-No se pactan los resultados de los partidos entre ambas selecciones de fútbol.

-En caso de duda, consultar al médico, o al rey de Inglaterra.

En 1903, la Constitución Nacional cumplió cincuenta años de sancionada, aunque algunos artículos todavía no se habían estrenado.

La ciudad de Buenos Aires, con sus tranvías eléctricos, estaba cada vez más europea: en sus calles se escuchaban puteadas en italiano, alemán, inglés, ídish y turco, y sus respectivos dialectos. Los inmigrantes se sentían como si estuvieran en Europa: los italianos, como si estuvieran en Suiza; los españoles, como si estuvieran en Francia; los alemanes, como si estuvieran en Italia, etcétera.

Como ya hacía cuatro años que el Club River Plate estaba jugando “el clásico de los clásicos” solo, en 1905 fue fundado su eterno rival: Boca Juniors.

En febrero de 1905 estalló una revolución encabezada por Hipólito Yrigoyen, y fue vencida. El presidente Quintana aprovechó para perseguir a anarquistas y socialistas, que no habían participado pero, según la ley, “los anarquistas y socialistas son culpables de todo hecho en el que participen... o no”.

En estos años, el tango se difundía sólo en los burdeles. Los títulos de algunos tangos de este período son clarísimos: “El choclo”, “El serrucho”, “La budinera”, “El fierrazo”, “C... sucia” (luego “Cara sucia”), “Golpiá que te van a abrir”, “La c... de la lora” (luego “La cara de la luna”), “Con qué trompieza que no dentra”, “Dos veces sin sacarla”, “Embadurname la persiana”, “Aquí se vacuna” y “Sacudime la persiana”, entre otros...

Las casas de los oligarcas eran tan pero tan inmensas que podían tener sala de estar, sala de no estoy para nadie, sala de espiar, pobredor (sala para parientes pobres), sala de aparentar, hall íntimo y hall gorio, entre otros cientos de salas más.

En 1907, en Comodoro Rivadavia, una expedición que buscaba agua encontró petróleo: “Típica de argentinos, buscan agua en la tierra; el día que quieran petróleo de verdad lo van a buscar en el mar, y como son argentinos, lo van a encontrar; y como son argentinos, se lo van a regalar a Inglaterra”.

La moral victoriana se había instalado en la Argentina y cundían las normas de etiqueta. Según algunas de esas normas, las mujeres debían permanecer frías, calladas, rígidas; quizá se debiera a que la reina Victoria hacía años que estaba muerta.

Como no podían controlar a los anarquistas, las autoridades intentaron controlar el tránsito, reglamentando el uso de los automóviles:

-Sólo pueden circular por la calle, no por la vereda ni por las casas.

-Hay que tener por lo menos 23 años para conducir. Si se trata de una mujer, puede decir que tiene 20.

-Ningún automóvil puede circular sin nadie que lo conduzca.

El Primer Congreso Feminista Internacional se reunió en Buenos Aires, en 1910. Se sospechó que alguna mujer, en pro de la igualdad entre los sexos, usó el baño de caballeros.

En 1910, al aproximarse el Centenario del 25 de Mayo, se venden banderas argentinas de todos los tamaños, materiales y colores. Las celestes y blancas son muy solicitadas, pero algunos prefieren las azules y rojas, o las verdes con pintitas naranja que, aunque no sean argentinas, están más baratas. Y se escriben poemas que riman con “centenario”, “milenario”, “aniversario”, “mandatario”, “extraordinario”. Otras, como “proletario”, “usuario” y “salario” se requieren menos. Y se invita a las personalidades del mundo a concurrir a los festejos. Se reciben centenares... de excusas. Inglaterra estaba de duelo, Estados Unidos estaba ocupado, a Alemania le dolía la cabeza.

Y así, el 25 de Mayo de 1910, la Argentina, nuestro país, cumplió 100 añitos, sorprendiendo a todo el mundo. ¿Cien años? ¡Qué bien se conserva, yo no le daba más de 87!

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