Alegría por observar que vamos sumando conciencia, l*s especialistas en adopción, de que el cumplimiento de la función materna/paterna es independiente de la orientación sexual o la identidad de género.

Alegría porque una persona fue solidaria con una necesidad, que puede cumplir la función de donar sentido: puede jugar a ser pirata o enfermera, puede proporcionar alimento físico y emocional, puede poner límites y acunar, puede vacunar y defender.

Alegría por la Justicia cordobesa y el equipo interdisciplinario de adopción que han legalizado lo legítimo al otorgar la tenencia de un niño y una niña carenciados a la Sra. María Belén Ochoa, trans por deseo, solidaria del amor y el respeto por la vida.

Alegría por todos nosotros que hace muchos años luchamos por una sociedad más justa y solidaria, donde bregamos para que toda persona de buena voluntad con capacidad de filiación pueda formar una familia en forma legal, con las leyes que considere conveniente, para tod*s, sin exclusiones.

Alegría principal por esa niña y ese niño que han encontrado cobijo y una familia continente.

Es importante informar que la Ley de Adopción en vigencia tiene algunas características interesantes de analizar. Prohíbe la adopción a parejas heterosexuales que no hayan pasado por la Ley de Matrimonio. Por ende, si esa pareja decide no casarse por convicción, deseo o ideología, no pueden adoptar. También indica que toda persona soltera mayor de edad tiene capacidad de adoptar, y nada dice sobre orientación sexual o identidad de género. Por ende lo que no está prohibido, está permitido. Para la comunidad Glttbi, la temática tiene dos aspectos: primero, no se puede adoptar en pareja simplemente porque no se permite el acceso a la Ley del Matrimonio, ni la Unión Civil contempla herencia ni adopción. En segundo lugar no existe impedimento legal para que una persona Glttbi pueda adoptar. El impedimento lo pondrá el equipo interdisciplinario conservadurista que no se atenga a las leyes o aquel/lla juez/a que imprima sus dogmas personalísimos en lo que no está escrito en la ley. Obviamente el caso que hoy nos pone alegres es ver que existen jueces como Varela Geuna, que se circunscriben a la Ley de Adopción con una lectura de la realidad simplemente clara.

Todo para Tod*s.

Lic. Jorge Horacio Raíces Montero
Psicólogo Clínico
[email protected]