Marcelo Losso, jefe del Servicio de Inmunocomprometidos del Hospital Ramos Mejía.
–Es realmente inusual que la decisión de iniciar tratamiento haya que tomarla con premura o urgencia. En la mayoría de los casos el inicio puede esperar a discutir con el paciente los beneficios y riesgos de iniciar versus esperar. Es importante que quien vaya a iniciar hoy un tratamiento reciba información adecuada y clara acerca de cómo esperamos medir los beneficios, qué puede esperar del tratamiento, qué alternativas hay y qué tipo de toxicidad puede esperarse. La oportunidad del primer tratamiento es única, y lo mejor es que el paciente se sienta acompañado y con el soporte adecuado, especialmente en las primeras semanas, que suelen ser críticas. Por supuesto que la experiencia muestra que la profundidad de la información que el paciente desea recibir varía con sus características y situación vital. Algunas personas pueden querer esperar a saber más y sólo escuchar lo básico. Es importante respetar esos tiempos y aproximaciones diferentes. Por las características de nuestro grupo, es común que procuremos que el paciente participe de alguna iniciativa de investigación por la cual su experiencia individual sume a poder responder preguntas clave que aún están sin respuesta. Es esencial participar de la generación de conocimiento que impacte en medidas de salud pública y que todos podamos contribuir. Por ejemplo, ahora a todos los pacientes que inician tratamiento en el servicio se les ofrece participar de un programa de evaluación de la adherencia y soporte mediante el simple recurso de llamados telefónicos periódicos. También los pacientes que se asisten en el servicio pueden contribuir a que podamos responder con certeza si es preciso iniciar el tratamiento en personas asintomáticas con recuentos de CD4 altos (>500), en el estudio Start.
–Cuando se diagnostica a una mujer embarazada, en ese caso el tiempo vuela. También cuando se utiliza el tratamiento en forma preventiva: puede ser después de haber padecido una violación, accidentes laborales o relaciones sexuales no protegidas y con riesgo de contraer la infección.
–Es común que algunas personas abandonen también el seguimiento, algunas veces por temor a la reacción del médico y otras, las más comunes, porque pueden sentir que le están “fallando” a su médico o bien porque simplemente prefieren no confrontar con la consulta donde se va a insistir con el tema. Cuando la relación lleva más tiempo, la oportunidad de acompañar el proceso es más común y allí sí podemos asistir a los argumentos y discutirlos. Es importante tener claro aquí el valor de pequeños gestos de alto impacto, un llamado telefónico a tiempo, unos minutos adicionales de atención, pueden ser claves a la hora de sostener un tratamieto. El seguimiento del o la paciente es fundamental, aun cuando elija no tomar el tratamiento que se le prescribe.
–Yo preferiría comentar que de cada 100 personas que inician hoy terapia antirretroviral, 80 no percibirán cambio alguno y continuarán con el mismo tratamiento años después de iniciado, 10 o 15 pueden tener síntomas menores que desaparecen en las primeras semanas de tratamiento y son, en general, bien tolerados; menos de 2 se verán obligados a modificar ese tratamiento por intolerancia. Tenemos más de 20 agentes antirretrovirales disponibles como droga individual, que pueden generar una multiplicidad de combinaciones útiles. Las fantasías o temores se relacionan con épocas pasadas, cuando el tratamiento era de una complejidad extraordinaria en número de tomas, comprimidos y toxicidad. Esto hoy es historia, la mayoría de los pacientes puede iniciar hoy un tratamiento que involucra una o dos cápsulas una vez al día.
–Ha quedado un poco en desuso, porque el “cóctel” hoy está en una o dos cápsulas.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux