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Cuatro libros que hacen saltar la banca de las apuestas sobre
el sexo, género y sexualidad.
› Por Leonor Silvestri
Virginie Despentes, espíritu punk a tope y una reputación de chica mala: fue trabajadora sexual, y a mucha honra, sufrió una violación en la adolescencia y no se dejó traumatizar por la situación ya que “tres imbéciles con un arma” no la iban convertir en una señora de su casa o en una mujer con más problemas de la cuenta. En Teoría King Kong cuenta sus experiencias como joven rebelde del punk en los ‘80, habla de la película porno que dirigió (Fóllame) basada en su novela homónima, y reivindica al trabajo sexual (y a muchos de sus ex clientes) desde una perspectiva feminista. Un libro que es pura provocación desde el prólogo dedicado a las feas y a las incogibles. El análisis de la película King Kong de Peter Jackson en clave queer donde “la gran simio” está más allá de la hembra y del macho, es lo mejor de este texto hecho para escupirle un ojo a todxs.
Judith Butler es la más prolífica, destacada e influyente filósofa del género de este siglo y finales del anterio que renovó el campo de las teorías y prácticas sobre la homosexualidad y el feminismo. Aquí retoma el debate sobre el sexo como producción social vs. dato indeleble de la biología, problematizando las categorías de identidad hacia las políticas queer, término al que le dedica el último capítulo. Butler es mayormente conocida por el giro de la teoría de la performatividad ya comenzada por Austin y Derrida, donde el género es copia sin original, donde las normas reguladoras del discurso obran de una manera para constituir materialmente los cuerpos y el sexo, el análisis sobre el cuerpo travesti tiene el potencial crítico de desafiar el régimen de verdad del sexo del régimen heterosexista. Butler no es fácil de leer, aunque bien vale la pena el esfuerzo.
A Halberstam le interesa trabajar con todas aquellas identidades del mundo lésbico/trans que evidencian que la masculinidad no sólo es una construcción como lo es la feminidad sino también una construcción para los mismos varones, y que así como una mujer puede construirse una masculinidad, ésa que se construye será algo más que parodia del varón: será su propia masculinidad. Para demostrarlo, da ejemplos de dragkings, stonebutch, películas donde se ven lesbianas masculinas o formas de la masculinidad de todos los tiempos (desde Alien II hasta Toro salvaje), fotos e imitadorxs, en un análisis interdisciplinario de datos culturales que trascienden lo meramente teórico. ¿Un problema? Mientras los estudios de vanguardia intentan desmarcarse del binarismo sexual macho/hembra, Halberstam lo soslaya y sigue dividiendo el mundo mayormente en dos.
Un problema usual de las personas que realizan investigación en el área de género, es la escasez de conocimientos sobre biología que permitan dar por tierra el binarismo sexual en el propio terreno biomédico. Este es el terreno en el que trabaja Fausto-Sterling, bióloga, feminista, historiadora de la ciencia y lesbiana. Señala que la respuesta a las preguntas acerca de las diferencias biológicas entre los sexos hay que buscarlas tanto en el reino de la ciencia como en el de la política. Ve a la ciencia como metáforas y representaciones de calado político. Libro fundamental no sólo para saber qué dice la ciencia y cómo tenemos que leer de manera crítica aquello que nos dice acerca de la construcción de los sexos y las personas intersex sino también para disponer de un conocimiento sólido detrás de los debates sobre sexo, Libro divertido, de fácil acceso para no iniciados.
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