El Teje presentó la semana pasada su sexto número y sigue en pie desde aquel primero, en noviembre de 2007 donde conseguimos que Flor de la V nos diera el sí para ser la tapa. Mucha tela para cortar, que si Flor es trava, que si no nos representa, que si habla bien o mal de las chicas en prostitución. El objetivo uno de El Teje es visibilizar la estigmatización de la identidad y visibilizar nuestra cultura, todo aquello que hacemos de modo particularmente trava, y reconstruir y registrar nuestra memoria.

Cada una de nosotrxs que llega al mundo tiene una vida en sus propios términos pero en un contexto social que nos condiciona en demasía y para colmo de males el registro de nacimiento y el acta de defunción no dan cuenta de nosotrxs, de esa vida y de lo hecho y aportado, así cada unx de nosotrxs carece de existencia social aún en la evidencia del ser y estar en estas sociedades que nos emplean en uno de los más indignos desempeños, la satisfacción de las necesidades fisiológicas (sexuales) de otros.

El Teje cuenta con la docencia actual de Alejandra Dandan y Ezequiel Black que junto a mí van moldeando la destreza de quienes participan en su redacción. Saber escuchar, ver, palpar, paladear y oler en busca de otras biografías y sus experiencias para traducirlo en una escritura que inaugure una identidad comunitaria. El Teje se pretende diálogo social y eso dentro de El Rojas, institución que nos alberga y potencia por iniciativa y gestión política de Paula Viturro y así vamos garabateando nuevas formas de escritura inteligibles para nosotrxs y para la sociedad que tendrá que leer en nosotrxs por ejemplo cómo construimos realidad. Por ello Flor de la V como paradigma argento travesti tiene razón de ser en El Teje, ella abre el horizonte y en su andar travesti que es apenas la metáfora de cómo construimos realidad. Ella dice “me caso” y en Argentina casada está aun cuando solo recientemente lo haya hecho de modo legal. Es también, como cada unx de nosotrxs, deseo de ser. Es parte ínfima de nuestra comunidad como cada unx de nosotrxs y todxs somos esa comunidad. Comunidad que siente, desea, piensa, dice, construye, acciona y ahora escribe su propia historia. Historia que es registro propio y ajeno, en la que están todxs y solo por eso se tendrán que cuidar. Algo de poder les hemos arrebatado. Tendrán que cuidarse de cómo nos piensan, nos sienten, nos desean, nos dicen, nos construyen y accionan sobre nosotrxs so pena de ser registradxs por nosotrxs, para todxs y para la posteridad. Porque El Teje está vivito y coleando por mucho tiempo más.

* Directora del periódico travesti El Teje.