Les escribo porque me sentí identificada con lo que fui leyendo en las páginas de Soy. Y si bien tratamos, con mi mujer, de no enguetarnos en ambientes gays, es placentero saber que hay más gente pensando lo mismo y ni hablar de lo grato que es que haya un diario publicándolo...

Nosotras nos unimos civilmente el año pasado (con gran fiesta y ceremonia también) y planeamos tener un hijo (inseminación de por medio) muy pronto. Sabemos que no somos las únicas y que Buenos Aires está cambiando y mucho más abierta a las nuevas familias y jamás sufrimos ningún tipo de discriminación (nuestros amigos y familias nos apoyan en todo) pero noto que se habla muy poco de los hijos de parejas gays, incluso aún se leen y escuchan comentarios que afirman que la “elección” de ser gay (si es que es una elección) incluye “la elección de no tener hijos”.

Yo no creo que sea así, me parece que cada pareja sabe si está preparada para darle a un bebé todo su amor, una sana educación y si tiene la cordura, los medios y el coraje de hacerlo, creo que puede ser el hogar que elegirían muchos bebés. Claro, si pudieran elegir dónde nacer... Gracias Soy, este nuevo espacio que no me sorprende de Página/12. Y por ver las diferencias como aporte al mundo y no como desacato.

Flor