Vie 09.12.2011
soy

SOY POSITIVO

Todos somos positivos

› Por Pablo Pérez

Estamos los que hacemos pública nuestra condición de seropositivos y están los que la ocultan. Es comprensible. En agosto de este año, Onusida y la Fundación Huésped dieron a conocer el primer índice de estigma en personas que viven con VIH, según el cual, nueve de cada diez personas se sienten discriminadas. Al enterarme de esto sentí que vivía en una burbuja, la del 10 por ciento que no nos sentimos discriminados. Mi elección fue hacer visible mi condición de seropositivo en 1996, cuando publiqué mi novela Un año sin amor, y no sólo no fui discriminado sino que fue gracias a esta visibilidad que conseguí varios trabajos, uno de ellos, escribir esta columna.

Sin embargo es evidente, la discriminación, después de 30 años de la aparición de la por entonces denominada “peste rosa”, sigue existiendo. En España, según un estudio reciente de Seisida sobre creencias y actitudes de la población española hacia personas con VIH, “el 20 % de los encuestados estaría de acuerdo con que la ley obligara a separar a las personas con VIH” (RTVE.es).

Sin ir tan lejos, un lector de los que prefieren mantener en secreto su seropositividad me escribió un mensaje en el que refería otro tipo de discriminación, la que genera el chusmerío: “¿Nunca te pasó que venga una loca y te cuente como una gracia ‘¡Che, ¿viste que fulano está embichado!’?

El 1º de diciembre último participé en una lectura en la casita Brandon, para recordar el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. Ahí conocí a Lucas, de WaskaArtzine, quien contó la acción que esa misma tarde había realizado con un grupo de amigos, algunos seropositivos y otros no, que consistía en utilizar una remera con la leyenda “Tengo Sida” y compartir mates y besos con la gente. “Hubo de todo, gente que nos esquivó, gente que nos llenó de abrazos, pero todxs tuvieron que reflexionar.”

Una campaña similar realiza AnnieLennox, vistiendo una remera con la leyenda “HIV POSITIVE” y hace casi veinte años, Andrés Calamaro fue fotografiado con la remera “Yo tengo Sida” ideada por Kiwi Sainz y Roberto Jacoby. El gesto, venga de quien venga, es siempre bienvenido. De esta manera, además de los seropositivos visibles y de los que guardan el secreto, encontramos a seronegativos, que haciendo propia la lucha contra la discriminación, afirman tener sida, así como en Fuenteovejuna, todos asumen haber asesinado al comendador, de manera que nadie pueda ser declarado culpable: “¿Quién mató al Comendador? / Fuenteovejuna, Señor / ¿Quién es Fuenteovejuna? / Todo el pueblo, Señor”.

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