A pesar de los avances de la ciencia, la psicología y la sociedad entera, al menos en los países donde solemos vivir o salir de vacaciones, como España, por ejemplo, que es el caso, todavía existen esos centros clandestinos que proponen curar la homosexualidad con métodos heredados de Lombroso o de Mengele, cuando no de Tu Sam. Pero eso ya lo sabemos. Si les escribo es porque quería contarles que paseando por Madrid, y más concretamente por El Corte Inglés, me encontré con un libro titulado Comprender y sanar la homosexualidad (Libros Libres). ¡Y yo que pensaba que la militancia homofóbica disfrazada de ciencia médica era sólo clandestina! Al principio, confieso, entendí que era una broma, como si me hubiera encontrado con Cómo blanquear a un negro o Dónde podemos esconder a los pobres. Pero no. Su autor, Richard Cohen, asegura allí haber “curado a miles de homosexuales” durante los últimos 15 años y el subtítulo, con resabios de las mejores películas de terror dice: “Alguien que tú conoces necesita este libro”. Y claro... ¡si hasta el más reaccionario tiene un amigo puto!

A la hora de escribir esto, me cuentan amigos de allá que por presiones en las redes sociales acaban de sacar el libro del catálogo (aunque Amazon lo sigue vendiendo). Mientras las librerías han pedido disculpas (ya vendieron 7 mil libros desde que empezaron a venderlo en 2004), el editor se queja de que el colectivo gay actúa como una nueva Inquisición, quemando libros. Insisto: si hubiera más libros curativos en el mercado (Sanar la cara de boliviano, Sanar lo femenino), tal vez los de la mafia gay nos quedaríamos en el molde.

Matías Escalante