Parece que Elton John, en el último tiempo, ha dejado de lado las canciones y cambiado las teclas del piano por las de la compu para sentarse a escribir un libro que aparecerá a mediados de este 2012. Ante la noticia, uno podría imaginar que se trata de sus memorias y vivencias dentro de la industria musical como pop star, pero no: el debut literario se concentrará en sus experiencias acompañando amigos que padecieron y murieron víctimas del sida. Entre otros, dedicará buena parte de la obra a relatar su angustia ante la pérdida de Freddie Mercury que falleció el 24 de noviembre de 1991, un día después de haber confirmado públicamente que padecía la enfermedad y con quien compartió sus últimos momentos. Pero no sólo se enfocará en el ex vocalista de Queen. Otro de los protagonistas será Ryan White, un joven de origen americano que se colocó en el centro de la esfera pública al ser expulsado de su colegio, luego de saberse que el chico había contraído el virus. Elton tomó la posta de ese caso de grado tal que acompañó al adolescente hasta que falleció en un nosocomio de Estados Unidos, en 1990, cuando apenas tenía 18 años. A esas dos historias que cobraron notoriedad pública, sumará algunas historias de amigos que en la actualidad luchan contra la enfermedad. No es la primera vez que el músico se involucra en esta causa ya que desde 1992, con sede en New York, creó con fines benéficos la Elton John AIDS Foundation (EJAF) a la que irán a parar todos los fondos recaudados producto de las ventas que recoja esta publicación.

La editorial Hodder & Stoughton dio a conocer el título: Love is the cure: ending the global aids epidemic (El amor es la cura: terminando con la epidemia global del sida). Elton cuenta cómo se sintió impulsado a escribir: “¿Por qué no hacemos más? Esto es algo sobre lo que he pensado muy profundamente y espero responder y ayudar al cambio escribiendo este libro”. Su punto de vista sobre el tema es muy particular: “Esta es una enfermedad que no debe ser curada con una vacuna milagrosa sino cambiando las mentes y los corazones, y a través de un esfuerzo colectivo para derribar las barreras sociales, construyendo puentes de compasión”. Habrá que esperar a leer el libro para ver a qué conclusiones llega pero, a priori, el nombre puede sonar más como una verdadera expresión de deseos que como un reflejo de la realidad. Por un lado, claramente el amor puede contribuir, pero suena demasiado utópico pensarlo como antídoto cuando la experiencia demuestra que la mayor supervivencia y calidad de vida han llegado gracias a los desarrollos científicos y, el freno a un avance aún mayor de la epidemia, promocionando la prevención. La epidemia está lejos de terminar y el sida sigue siendo uno de los más graves problemas de salud pública del mundo, especialmente en los países de ingresos bajos o medios. En 2011, la cifra de personas con HIV alcanzó los 34 millones en todo el mundo.