Pese a los denodados esfuerzos de Soy en la materia, los perfiles de las páginas de contactos no mejoran. La ambigüedad, el engreimiento y el rencor son sus tonos más frecuentes. A ver si con estos sabios consejos, levantamos.
› Por Daniel Link
Un perfil de contacto (sexual, afectivo) es un anuncio que, como tal, debe seducir al lector. Las fotos, que alguna vez han sido objeto de nuestra atención, suelen cumplir un papel preponderante en esa lógica de la atracción. Por lo general, las páginas de contactos solicitan algunos datos antropométricos para completar la ficha y destinan un espacio para que el usuario precise su busca (su esperanza, sus predilecciones, sus fantasías).
En un clásico episodio de Six Feet Under, el hermano hétero le presenta un profesor de danzas a David Fisher. Salen a comer y, sobre los postres, el joven le pregunta al funebrero: ¿sos activo (top) o pasivo (bottom)? Desconcertado, el inexperimentado contesta “versátil”. El profesor de danzas se alegra: “Ah, bien, pasivo, nos vamos a llevar bien”. La lectura de los datos antropométricos y predilecciones de los usuarios de las páginas de contacto responden a esa legendaria codificación. Hay tablas que establecen una correlación entre el tamaño del miembro declarado y el tamaño real, y en cuanto a posiciones, en fin, ya todo ha sido dicho por voces más sabias que las nuestras (las voces de la televisión).
Pero no es sobre esto sobre lo que conviene focalizar la crítica (después de todo: habiendo un código según el cual “versátil” quiere decir “pasivo” y “20” quiere decir “18” no hay más que atenerse a esas equivalencias para sacar alguna conclusión).
El problema de la mayoría de los perfiles está no tanto en la foto (hecha para la mentira, el engaño, la seducción) sino en el texto que el usuario escribe y que, la mayoría de las veces, paraliza todo deseo o contradice abiertamente lo que las demás secciones de perfil promocionan. Se impone urgentemente, por la salud mental de la comunidad, una cátedra abierta de perfilología.
Como las alegorías medievales, un perfil consta de una pictio y una suscriptio. La pictio puede ser encantadora, pero sin suscriptio su sentido permanece opaco o ambiguo. Basta analizar los textos que los anhelantes usuarios escriben en las páginas de contactos con prescindencia de las imágenes que los acompañan para darse cuenta de la debilidad que muestran en ese punto.
El perfil más intrascendente, el menos capaz de llamar la atención dice (en todos los casos, la ortografía ha sido normalizada): “Soy un tipo normal, no soy lindo, tampoco tengo cuerpo perfecto, busco gente piola, buena charla, cero ambiente, no creídos, sin vueltas, sin cosas raras, gente simple, soltera... me gustaría algo serio si es posible... pero igual... estoy abierto a otras posibilidades”. El texto falla en varias direcciones: “no soy lindo, tampoco tengo cuerpo perfecto” pretende ser un rasgo de humildad y de inscripción en la comunidad de los comunes. La foto habría alcanzado para que uno juzgara y evaluara por sí mismo la morfología corporal y la cara de la persona que así se promociona. “Normal” es una palabra que no debería utilizarse ni bajo amenaza. ¿Qué norma implica, a qué leyes apela, en qué se basa? “Cero ambiente” es otro equívoco reiterado: la ecología actual de la homosexualidad es Internet en general y, en particular, las páginas de contactos. De modo que el señalamiento expresa una contradicción insalvable. “Sin cosas raras” es un veredicto que asusta porque expresa un umbral de escándalo muy precario: ¿será una barba cosa rara? ¿un piercing? ¿un tatuaje? ¿el gusto por el soneto como forma? ¿el consumo de estupefacientes? ¿No es, la homosexualidad en sí misma, aunque Advocate nos haya querido convencer de lo contrario, rara en sí misma (una invención reciente y, por lo tanto, inestable semánticamente). ¿No decimos queer cada vez que (no) podemos?
La opción “serio” pero “abierto a otras posibilidades” es igualmente ambigua y contradictoria en sí misma: ¿vas a garchar de una, o no? ¿vas a enamorarte al primer garche, o no? Si yo fuera soltero (Dios me libró de ese tormento, desde mis quince años) huiría de ambigüedades semejantes. Al perfil le falta claridad y diversión. Parece insinuar que lo único que la persona puede ofrecer es una total indiferencia (ser intercambiable con cualquier otro). Machitovergon29, en el otro extremo del arco, parece saber mejor lo que quiere y lo que ofrece: “Busco machos vergones posta franela pajas chupadas 69 a full, morbo, entre vergones”. Pero, en definitiva, constituye el otro grado cero del perfil: quiero.... lo que se quiere (el lugar común del deseo).
Por un lado o por el otro, los dos perfiles fallan en caracterizar la experiencia singular que se pretende, los dos se arrojan a diferentes márgenes de un mar de nada.
Describirse y explicarse a uno mismo, lo sabe cualquiera que haya completado una memoria descriptiva pidiendo una beca, es casi peor que un análisis ininterrumpido. Julianbanf, por eso, escribe: “No tiene mucho sentido definirme, delimitarme. Quizá lo que hoy siento no sea lo que me pase mañana. Te puedo decir que hoy tengo ganas de conocer un compañero de ruta. Eso nomás. Quisiera conocer gente de mi edad. Cinco años más, cinco años menos. Más diferencia, no. Importante: tratemos a los demás como nos gustaría que nos traten. Me tomo el trabajo de contestar si te tomás el trabajo de mandar un mensaje. Y no respondo aquellos perfiles en tono agresivo; no es nada personal, pero no me parece que un tono hostil sea una buena carta de presentación”.
El perfil no establece diferencia entre “algo serio” y “algo pasajero” (“compañero de ruta” es una fórmula que recubre todas las opciones) pero especifica una ventana etaria de fundamental importancia para los interesados. Y la cláusula sobre el “tono hostil” es conmovedora. A mí me pasaría lo mismo. Fíjense en éste: “No tengo cuerpo de gym, y no pienso ir sólo para darte el gusto a vos.... así que si buscás buen lomo, seguí de largo... !!! Animate y escribime... no muerdo. Y es muy difícil que yo te escriba...”. O éste: “Busco solo gente menor a 27 años y bien machitos. Si no buscas maduros......, o si sos del grupito de los que piden primero el msn......, después piden fotos y cam....., después van más allá e intercambian el numero de celu....., y finalmente después no contestan NUNCA más ni el MSN ni el CELU, migrá hacia otro perfil!!!!!!! Andá a histeriquear con tu abuela!! Ya soy bastante grande para estar perdiendo el tiempo con pelotudos. Y tampoco lo pierdas vos.... También me va el sexo de a 3. Si tenés gente con quien juntarse... me prendo”. Tiene razón Julianbanf: a esa persona uno no lo invitaría a su casa, y mucho menos iría a la suya. ¿Y por qué presentarle a los amigos de uno: para que los bardee? ¿Y si vos no estás dispuesto a mandarme un mensaje por qué debería hacerlo yo? Es imposible saber cuán efectivo pueden llegar a ser reclames semejantes, pero en todo caso, ponen sobre la mesa una cuota de violencia incompatible con las formas de la seducción que conocemos.
Poco amor espanta, pero mucho amor también. Sobre todo uno como el de Elfacus, que parece un pastor que ha venido al reino de los contactos a traernos la buena nueva de su conversión en líder carismático de un culto hermético: “Lo q buscaba ya lo encontre gracias no disponible, no disponible por el momento. ¿Alguna ves te preguntaste por q me pasa esto a mí? cada uno es responsable de sus desgracias o sus éxitos Podés desear algo pero lo obtendras unicamente si lo merecés todo lo q das te vuelve así q sé amable y da amor, si no hay carisma ¡¡no hay éxito con carisma se nace no se hace!!” (sin los acentos que agregué, el texto se vuelve incluso más psicótico y más pastoral).
Así como, en los perfiles, las fotos de viaje (acá estoy en París, acá en El Cairo, acá en San Francisco), sólo connotan la confusión de registro, ciertas palabras que vienen de otros géneros también descolocan al lector. No conviene mezclar el registro erótico y el laboral (“lamidas de pies. No excluyente”; “Satisfacción garantizada”), porque los procesos de selección no funcionan sobre la misma base. Y si uno está navegando buscando el amor de su vida o el garche de ese fin de semana, “Soy técnico de pc sistemas y también de celulares. si alguien le anda lento o mal”, no es precisamente en lo que piensa. Las páginas de contactos constituyen un mercado, pero no son mercadolibre.com. Betobsas1987, un joven sensato, perdió la paciencia: “Por favor gente que piense lo que dice.... por favor!!!!!! me gusta establecer una charla madura.... y que sepan los conceptos de las profesiones y de las palabras... fundamental para la comunicación”. Háganle caso, porque aunque la comunicación es imposible por principio, la felicidad no es un recurso infinito: “Cada día que pasa hay que aclarar más las cosas....”.
¿Qué es un buen perfil? Imposible saberlo sin una clínica (gramatical, semántica, imaginaria). Pero, en todo caso, no debe ser ni muy largo ni muy corto (ver recuadro), no debe ser verdadero, sino verosímil. No debe ser violento, sino amable. Debe expresar con claridad las predilecciones antes que las interdicciones (“aclaro no beso en la boca”), no abusar del autobombo, los diminutivos (“Quiero realizar todas tus fantasías, ser tu mujercita, tu nena. Tengo lugar y todo tipo de ropitas”) o las mayúsculas (“SI CREÉS QUE SOY MUY PRETENCIOSO ... BUSCA ALGO MAS FACIL Y TAMBIÉN SI TE AUTONOMINAS “FACHERO” “LINDO DE CARA “ “CARILINDO” PRIMERO MATATE Y LUEGO NO ME ESCRIBAS”).
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