MARCHA
› Por Marlene Wayar
El final del desenlace de un día del Orgullo comenzó cruzándome con Peronismo Militante Rosario y Concordia fundidos en uno y luego en Defensa e Hipólito Yrigoyen con Alejandro Ros, Maitena y amigas que me hacen la primera foto y que va a ser la que me inmortalice hasta el nuevo año. Esto es comenzando el final de todo un periplo que empezó casi un mes antes con un corsé que no encontrás hace mucho tiempo en las tiendas, de tela firme, ballenitas de metal y doble acordonado. Uno de esos que te dicen cómo estar plantada sobre tu eje, lazos adelante y atrás que no sólo tensan sino que adornan y muy buenas terminaciones. Pantalón Método, de vestir masculino, y zapatos Ricky Sarkany negros de varón (si vamos a discutir poder no quiero estar parada del lado de la domesticación). Pero puedo ser excomulgada de la comunidad trans por ello, y si el corsé no basta para justificar feminidad, ¿hay que llevar zapatos de Woman? Unos SL españoles colgados del cinturón de cuero ancho con tachas de metal. Maquillaje en su mayoría Max Factor: base líquida, en polvo y brillo de labios, rubor, el ya existente en mi portacosméticos. Muy tranqui en general. Algo de iluminador para párpados inferior y superior y en estos sombra del tono del rubor, un canela algo rosado. Máscara de pestañas marrón para cejas y negra para las pestañas Max Factor también y very very black. Rojo cereza en los labios y brillo. Como accesorios: camafeo; una María Antonieta sugerida por su peinado vivo porque el resto es una calavera, en rojo avejentado con negro. Con estética de la cultura del tatoo y el piercing (tribu rockabilly). Un prendedor de mostacillas “bandera argentina” montado en un alfiler de gancho muy humilde (no puedo competir con Cristina Fernández, que posee el de Eva) y de aros dos perlas (prestaditas) y el pasaporte asomado desde el costado izquierdo sujetado en el corsé. La peluca rubia platino termina y fundamenta todo el resto: “Rodete Evita”. El total se monta sobre la idea del camafeo. Soy una necrofílica, amo a esta muerta y lo tengo en claro, si bien me magnetiza el hacer vivo en su biografía, me nutro de ella y lo inmensa y humanamente política que ha sido. Pero aquella Evita muerta está y no voy a violentarla recocinándola eternamente. No, la traigo al hoy, no estaría ni en pedo vestida como aquélla, tal como la representan. Una Evita Travestida soy. En tiempo, en historia. Un cuerpo de hoy en nuestro recogerte el pelo en rodete y ponerte a laburar por una y por lxs demás o darle tiempo al encuentro para recibir y dar amor y festejar triunfos, nunca sin los demás. Atrás quedaron lxs cumpas del Ministerio de Trabajo que bajo la carpa han entregado materiales sobre cómo podés educarte y formarte para un empleo con un seguro que te sostiene y algunas otras líneas como las de cooperativismo y autoempleo, voy entre los guapos guardacorazones de Pasa en las Mejores Familias de Radio Nacional Rosario y esto va a ser hasta el final al que se suman lxs embanderadas detrás de La Berkins, Diana Sacayán, la gente del Mocha y allá me lleva la Zoe del Gondolín que me muestra su nuevo DNI y me comenta off de record las últimas noticias sobre París y trata de personas, y esto amerita otra nota. Voy, parece, de beso en beso y comentarios sobre Género, Identidad, la Diversidad en el Cine de Canal Encuentro, un flash lo de las voces territoriales, Marito Vargas no era el único mendocino y las provincias deben haber estado todas con representantes en viaje y no residentes, como esta cordobesa que aporta aquí desde hace más o menos 30 años (¡la pucha! Cuánto tiempo ya) y ya poco resabio tiene de su canto cordobés. Luego frente al escenario Belén Maidana, trava del grupo de París que me interpela —¡¿Por qué no estás ahí arriba?!— y a mi cara de yo no fui agrega —me vas a contar ¡eh!— en la elección de reina de Ivana y Dany Ruiz nos encontraremos para seguir porque ya llega Susy. Aplaudimos a rabiar entre los gritos de la Sacayán que viene gritando —¡cantaron “Lagrimitas”!, tema al que Susy le dio cuerpo sobre letra y música de mi amiga matanceña y se fue detrás de un vendedor de birra—. ¡¿Y para qué?! Cuando llegó Sandra, todas abrazadas cantando cada uno de los temas ante la sorpresa de tanta juventud que sólo reconoce el “Soy lo que soy” como esas dos bellezas tortas de no más de 22 años, una de Cleopatra dark y la otra rubia y aspecto y corte de pelo a lo chongito como imagino a Juana de Arco; son el ying y el yang. Saltamos mucho con el “Jálame la tanga” para el papa Bergoglio y el rodete se desvencijó pero seguirá allí indeleble. Con un rodete Evita en la cabeza, obvio, es el piso. Para todxs.
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