FAMILIA ANIMAL
› Por Sebastián Freire
A Mongo lo conocí porque es el hijo incestuoso de Manija y Pantro. Los dos gatos (hermanos entre sí) de mi bar amigo Ladran Sancho (Guardia Vieja 3811). Q.E.P.D. Manija, que honrando a su nombre se hizo estrolar por un auto cruzando la calle sin mirar. No lo hagan en sus casas, gatitos. Siempre tuvimos tres gatos en casa, y cuando Benita se armó la mochilita para irse y no volver, decidí que había que adoptar un nuevo gatito. Cuando fui a conocer a los hijuelitos de estos gatos amigos, todos los nenes estaban queriendo ser lindos y adorables y Mongo estaba dele que dele tratando (sin éxito) de huir de la caja. ¡Me cautivó tu espíritu explorador! Evidentemente Mongo heredó el espíritu de su madre y la belleza de su padre. Lo levanté y me maulló insistentemente un rato largo, mientras se echó a ronronear al instante. Además tenía una naricita negra que le contrastaba con su atigrado pardo y su panza blanca. Morí de amor. Lo dejé con sus hermanitos hasta que cumpliera la mayoría de edad felina (45 días) y me dieran la patria potestad. Llegó a casa y enseguida se hizo el rey del lugar: se comía la comida de Vito (mi hermoso siamés, un tipazo, reflexivo y muy espiritual) y se divertía levantándole la pollera a Paquita (la gata gorda y chusma) y saliendo corriendo. Ya conté que era un gato oral y que le encanta hablar, al punto de ser un denso. No maúlla: habla; articula soniditos babálicos en frases largas y entonadas, con comas, puntos, inflexiones, toda la cuestión. Le tuve que vigilar mucho el mal hábito de mamar: dedos, orejas, mantas, las tetillas secas de mi gato Vito, todo. No quería un gato que dejara baba por todos lados (además ¡duele mucho una vez que se hacen grandes!). Pero le quedó de segundo nombre “Mamón”. Mongo Mamón es sin duda un galán porque se entrega a los brazos de cualquier ser vivo que le quiera (o no) hacer mimos. Habla hasta por los codos y siempre queda bien trayendo unos souvenirs como cucarachas enclenques, medio pajarito (corte horizontal o vertical), lauchas finamente amortajadas, etc. Es un gran cazador y eso es un problema, porque hace matanzas importantes, así que se ligó un cascabel que lo buchonea. Como se arrancó sistemáticamente todos los collares que le puse, ahora de castigo le puse uno que era de Paquita y anda ostentando un nombre de hembra. Se ha ganado el corazón de toda chica que pisó mi casa y también de algunos varones (aunque ellos gustan más de esa cosa de galán descansado tipo Richard Gere que tiene Vito). Si alguien quiere ver a Mongo en acción porque no da cuenta de su infinito amor y entrega, me avisa, ¡que tengo muchos registros audiovisuales!
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