BDSM LIBROS
› Por Pablo Perez
Martín Villagarcía se acercó hasta mi casa para alcanzarme su libro Extasis* (Eloísa Cartonera, 2014), compuesto por dos partes: “La pija en el alma” y “El señor es mi pastor”. “Los poemas SM están en la segunda”, me aclaró, porque sabe que el tema me interesa. Pero hace 10 años que conozco a Martín y siempre me interesó todo lo que escribe, desde los poemas publicados en Proveedora de droga; su novela inédita, Hay una luz que nunca se apaga, sobre un adolescente que se enamora de un skinhead y su e-book La gira **, publicado en la colección virtual De Parado. Me interesa su progresión, como si en las entrañas de ese chico alto, tímido, casi siempre vestido de negro y de cara aniñada, se estuviera incubando un monstruo cada vez más morboso y zarpado, una máquina de coger, más puto que el puto que supe ser y que todos los putos de las nuevas camadas de escritores putos de la Argentina, que hay montones. No puedo evitar citar el poema que lo define: “Soy muy puto/pero muy puto/nunca nadie jamás me dio una trompada/no sé cómo se siente/y me intriga mucho./Le pido a Ud. que me dé/ una buena trompada en la jeta/para ser la primera/y me deje un saborcito a sangre/para recordarlo”. “La pija en el alma”, la primera parte de Extasis, podría leerse como la versión poética de La gira. El poeta coge y yira desde el primero hasta el último poema, parece hacerlo todo al mismo tiempo acompasado por el ritmo del MDMA.
El poeta hace alarde de su gran miembro, que sus conquistas le alaban: “Dice que nunca vio una tan grande”. Tan fanfarrón es que amerita todos los castigos que se busca en la segunda parte, “El señor es mi pastor”, donde pide a gritos piña, etc... El poemario funciona como un breve manual: “¿Sabe qué me enseñaron de los broches?/Los más humillantes/(no los más dolorosos)/son los que van en la lengua/porque si el puto está concentrado en que no se le caigan/empieza a babear descontroladamente todo el tiempo”. El poeta tiene este y otros morbos no tan conocidos, como que lo rapen y comer su propio pelo o el de su Amo: “Me gustaría cortarle el pelo/con máquina alrededor de la cabeza/e ir juntándolo en mi plato de perro/donde suelo comer./Es difícil comer pelo seco/alguna vez lo intenté/así que aguardaré a que tenga ganas de mear/le pediré que mee en un vaso/y lo verteré en el plato/en cuatro patas como de costumbre/y comeré todo/hasta lamer el plato/intentando no vomitar./Ese día no quiero comer nada más/solo quiero tener eso dentro mío”.
* Extasis y todos los libros de Eloísa Cartonera se consiguen en un kiosco sobre la calle Corrientes, e/Paraná y Uruguay (www.eloisacartonera.com.ar)
** La gira y los demás e-books de se pueden bajar gratis en www.deparado.tumblr.com
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