En 2010, Héloïse Letissier tenía 22 años, una desilusión amorosa, no sabía qué hacer con su vida y, ventajas de ser europea, se fue a Londres a ver si (se) le ocurría algo. Y le ocurrió: una noche, una de esas en las que salía sola buscando “fiestas raras, queer parties”, según contó después a un periodista, fue a parar al Madame Jojo, “un club de parias” –lo dice Rachel Syme en el New Yorker– en el Soho de Londres. Ahí, como Pablo de Tarso en el camino de Damasco, vio la luz: tuvo, para ella, fue una iluminación contemporánea, la forma de un trío de drag queens. En esas reinas, en su manera de llevar adelante una identidad queer, en la libertad que tenían en el escenario, la francesita –por entonces estudiante de teatro en una prestigiosa universidad de su país– dio a luz a su propio personaje: “Christine”, lo bautizó. Y le agregó: “and the queens”, en homenaje a las tres drags que le señalaron el camino. Hoy, con 28 años, Héloïse es Christine (and the queens) para millones de personas: en 2015 ganó el premio a la Mejor Artista Femenina de los Victoires de la Musique, algo así como los Grammy franceses. Tradujo varios temas al inglés y lanzó un disco en Estados Unidos, muy bien recibido. Y fue musa de Madonna: la reina del pop se inspiró en uno de sus videos, “Saint Claude”, para realizar su “Living for Love”. Además, la invitó a uno de los shows de su gira del año pasado. Vistas juntas, parecen opuestos, pero fluyen como agua del mismo río bailando una coreografía de free style. Luego de declararle su admiración, Madonna le regala una banana. “¿Se te ocurre qué hacer con esto?”, le dice. Christine se lo mete en el pantalón, Madonna le apoya graciosamente su culo hiperfibroso y forrado de lentejuelas y se despide: “ahora me podés coger, como hace todo el mundo”.

Casi opuestas, decía, por las estéticas que cultivan: Madonna siempre el barroco. Christine and the queens es minimalismo puro, desde la ropa a los videos y las coreografías –es una performer y una bailarina además de una cantautora, no ver sus videos es no escucharla del todo–. Viste, siempre, un traje de hombre de un solo color, seguramente hecho a medida por algún mega sastre –le queda perfecto– una camisa cerrada hasta el último botón o musculosa y zapatos de charol acordonados. Sus videos, tomemos “Saint Claude” ya que inspiró a Madonna, tienen escenarios austeros: en este caso, una plataforma roja sobre un fondo rojo. Tiene traje y zapatos negros y camisa blanca. En esta coreografía cita a Michael Jackson en los movimientos de pelvis. Y se estira –Intervención digital mediante– hasta que la piernas miden aproximadamente el doble de lo real. Mueve las manos como los cultores del tai chi. Hace gestos de mimo. Es una bailarina. Y sus videos tienen mucho de show de danza contemporánea bien cool: estilizados, austeros, elegantes. Y canta, claro. Tiene una voz dulce y poderosa. La música que hace es electrónica y, también, minimalista: pocos sonidos, cada uno con una razón de ser, dice, y se nota que los piensa bien. Pero volvamos a lo queer. Tomemos sus propias palabras de una entrevista en The Time: “Creo que mi personaje entero, que todo mi proyecto, es queer. Christine, como personaje dramático, es para mí un modo de animarme a más, de salir del molde, de ser más fuerte y de usar todo lo que me sirva como combustible, como energía. Para mí, ella es una técnica de escritura: una técnica queer”. Dice que, por el modo que tuvo de ser una chica joven –renuente a la femineidad que se nos impone– se sintió muchas veces una paria. Una de sus canciones, “iT”, habla de eso, de la libertad de elegir la identidad genérica, con una tan sutil como significativa alternancia entre la primera persona y la tercera. Acá, la primera: “Lo tengo, soy un hombre ahora y no te voy a dejar robarlo, lo compré para mí, soy un hombre ahora”. Y la tercera, la de los otros que miran y critican, claro: “Ella quiere nacer otra vez, pero va a perder. Ella se dibuja su propia entrepierna, pero va a perder, porque es falsa”. No perdió: ahí están sus discos, sus videos y su nombre en la lista de pansexuales de Wikipedia. Salud, Christine.

Eurochannel presenta un especial sobre Christine and the Queens el domingo 31 de enero a las 18.