LUX VA > AL ANCHORENA
En el laberinto de un club swinger con pileta, terraza, Glory Hole y muchos forros para proteger a las partes, Lux recorrió y se dejó recorrer.
Lunes otra vez, sobre la ciudad”... No sé de qué archivo habrá salido esa lastimera canción que se me enredó hasta que dije basta. Basta de sufrir cuando se puede gozar. Lunes, ¡lunes swinger gay en el Anchorena! ¡Al garchódromo que la hora corre y a las cuatro te echan sin miramiento, sin siquiera un besito en la panza de la Peponna argentina que a esa hora hasta se le acaban las ganas de hacerte el putitour por el puticlub! Veloz como un rayo, bombachita calada con velcro al costado para hacerla volar en menos que un parpadeo, corro por Córdoba. Casi pierdo un taco al doblar por la calle de mis sueños; el maquillaje es un asco cuando me planto en la puerta con los 30 pesos de la entrada en una mano y la otra llamando al ascensor. “Hoy es sólo para gays”, dice la loca del mostrador. ¿Y qué? ¿Me vas a tomar examen de puto? ¿Acaso por estas carnes me vas a expulsar del paraíso? ¡Definime gay ya! ¡Que venga la Marixita queen of the flores! “¿Quién?” ¡El patito feo, digo el putito feo! “Ah, Mariano”, dice el que no me dejaba pasar como si no supiera que estoy hablando de los coordinadores del laberinto orgásmico más poblado de Buenos Aires después de los cines XXX que lentamente nos van abandonando. En fin, la cuestión es que el lunes es de varones y yo, que no pienso decidirme, me cuelgo del brazo de uno que se deja hacer y consigo el salvoconducto a las alturas del 5º piso. La Peponna me recibe sin demasiado aspaviento, así es cuando unx es habitué. De paso al guardarropas, los masajistas me rozan con sus boxer de algodón. Audaz se eleva, la bombachita no va a resistir, el velcro ya está quejándose. Mi consorte fugaz ya se perdió en la pileta climatizada... Alguien más lo detectó antes de que termine mi trago. ¿Qué pasa con los putos, no pueden conversar? “Con eso en la boca no, Lux”, escucho como del más allá. Es que yo tampoco me pude terminar el trago, el hambre es más fuerte y mis carnes sobrantes han tentado al morocho que me tiene dobladx por la cintura. Mamita, mamita, me quiero quedar, pero también quiero respirar y ya viene otro badajo pidiendo garage en mi boca... ¿no se pueden ordenar? En las partes, en las manos, en los labios... ¡en las orejas no!
Fueron unos ayes, unos suspiros, un dame masa papá, lo que me llevó por el laberinto hasta la puerta del Glory Hole. Adentro un camastro, del lado de afuera los agujeros por los que deberían aparecer mis amiguillos erectos. Se ve que están ocupados ahí dentro, tengo que verlo. ¿Para qué verlo si puedo actuar? Sí, así, así, se ven los ojos por las ranuras, se ve una ranura en la colchoneta donde me entra la mano, entra un miembro por el agujero, este hole es una glory, si sigo derramándome no van a alcanzar las toallitas de papel que por suerte están en todos lados.
Un descanso para las partes, un trago para las malas artes: el chusmerío es más estimulante que el vodka. Paren, paren: ¿ése de la piscina no es un Soñador? ¿No es una que tira plumas en la pista del Bailando? ¡Sí! ¿Y ese que está con Pilly y Milly, diez años juntos, eso es matrimonio? De alguna pantalla lo tengo visto, le tengo que preguntar a la Peponna... ¿Qué? ¿C’est finni la nuit? Un ratito más, por favor, un ratito con vos, Pepu, con vos y el putito feo, dale, por fav... Joder, ¿el chofer del taxi no querrá parar en el camino?
Anchorena
Anchorena 1121, lunes de 21 a 4.
Martes a domingo: parejas, misma hora. Damas y travestis gratis.
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