Bien se sabe que el orden del Universo dictamina a rajatabla: “Chongo con femme, con chongo”. Esto ha sido así desde tiempos inmemoriales para garantizar, por supuesto, la correcta y necesaria reproducción (de qué, no se pregunte por favor).
Desde tiempos inmemoriales también ha habido tortas díscolas, las mismas que se niegan a cumplir con los mandatos naturales y el mencionado orden de las cosas.
Ya que la más celebrada virtud de la Asociación Argentina de Chongos es disentir consigo misma y en concordancia con nuestro plan de dominación mundial absoluta, reconocemos que ambas líneas se encuentran representadas en nuestra Asociación y pasamos sin más preámbulo a compartir una simpática reflexión de una de nuestras colaboradoras sobre los mitos y realidades de la chonguez, con el fin de respetar al Universo o faltarle el respeto, según se considere necesario.
Mitos sobre algunas características comunes en el ADN Chongo
El chongo tiene pelo corto. Verdadero a medias. Hay algunos que tienen pelo largo. Sin una pizca de onda, en general: atado, “lamido de vaca”, raya al medio y algunas otras monstruosas variantes.
El chongo quiere ser hombre. Falso de a ratos.
El chongo no baila. Verdadero habitualmente. Sin embargo, existen chongos posta, que bailan. Dentro de este pequeño grupo, la mayoría baila muy mal.
El chongo camina como Robocop, Terminator, vaquero tejano o algunas otras variantes por el estilo. Verdadero en la mayoría de los casos. Los hay que no, siendo absolutamente neutrales. Ciertamente no hay chongos que caminen pasarelíferamente femenino.
El chongo se para sacando pito emocional y/o pecho. Verdadero a medias, pero los hay que no, que se paran tan disimuladamente que una no sabría definir cómo carajo se paran. También hay algunos muy inseguros y/o introvertidos que se paran como un chimpancé, completamente encorvados.
Al chongo le copa la gorrita o los anteojos. Discutiblemente verdadero. La información estadística es insuficiente.
El chongo se viste como hombre. Verdadero a medias. No vas a ver nunca uno con pollera (a excepción de los chongos escoceses), pero los hay mutantes o con días femeninos.
El chongo juega deportes “masculinos”. Verdadero y falso. La mayoría ha pasado por esta etapa, pero hay muchos que no.
El chongo es caballero. Falso a medias. ¡Hay cada chongo ordinario y descortés que ni te cuento, mirá!
El chongo no se depila tanto. Verdadero parcialmente, sólo aplicable a la categoría de chongo oso. De hecho se sabe que la torta hippie, neohippie y/o estilo europeo no se depila, y no por eso entra en la categoría de chongo.
El chongo es exclusivamente “activo”. Falso en la mayoría de los casos. Existen cada vez menos chongos bomberos o chongos “no me toques”. Ciertamente, sin embargo, no vamos a encontrar un chongo que no te la dé (a excepción de los chongos por fuera, también denominados falsos chongos).
Al chongo no le gustan los chongos. Falso a medias. Al chongo le gustan las mujeres. Mujeres somos todas (aunque no necesariamente).
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