Dom 11.05.2008
turismo

MENDOZA > EL VALLE DE UCO

Viñas de placer

Este enclave mendocino se perfila como un novedoso destino turístico y es una de las regiones donde se producen los mejores vinos del país. Conviven allí bodegas familiares, bodegas boutiques y multinacionales, repartidas a lo largo de sus tres departamentos: Tupungato, Tunuyán y San Carlos. Turismo/12 dio una vuelta por allí y revela secretos.

› Por Guido Piotrkowski

El Valle de Uco es, quizás, una de las zonas menos visitadas por el turismo en Mendoza. Comprendido por los departamentos de Tupungato, San Carlos y Tunuyán, este valle fértil en producción frutícola y prolífico en su actividad vitivinícola –es una de las cuatro regiones que conforman los caminos del vino–, se encuentra situado al sudoeste de la capital mendocina, derechito por la mítica Ruta 40 y pegado a la majestuosa Cordillera de los Andes.

A lo largo y ancho del recorrido por sus parajes de montañas sinfín y esbeltos álamos, los verdes viñedos se suceden uno tras otro casi sin pausa alguna. En épocas de cosecha, los camiones atestados de uvas recorren sus caminos sin cesar y los trabajadores de la vid curten sus pieles al sol otoñal, una época perfecta para descubrir las bondades que estas tierras y su gente ofrecen al viajero.

TUNUYAN, UVAS Y ALGO MAS Este pueblo fundado en 1880 ganó su primera parroquia –Nuestra Señora del Carmen– cuatro años después de su fundación, y hoy, debido a la “incipiente actividad turística” –según califica Eduardo Ortubey, del área de turismo de la Municipalidad de Tunuyán– acaba de inaugurar su primera calle peatonal.

Su población, al igual que la del resto del valle, se sustenta casi en su totalidad en base a la actividad rural y vitivinícola. Existen alrededor de quince bodegas en este departamento, desde las más tradicionales y las denominadas boutiques hasta las de más alto nivel internacional, como Sallentein, de capitales holandeses; Lurton, de bandera francesa; y el Clos de los Siete, que tal como su nombre lo indica es un emprendimiento de siete modernas bodegas –algunas aún en construcción– de capitales europeos mixtos.

“Mucha gente llega buscando la actividad rural, que todavía conservamos por ser un departamento joven y estar cerca de la montaña. A los extranjeros les gusta todo lo que tiene que ver con el campo, como las cabalgatas, enlazar novillos, o montar y domar un animal”, cuenta Ortubey mientras recorremos los caminos del Uco.

A la vera de la ruta los cosecheros hacen su trabajo. El terreno sembrado de vid parece infinito, sólo termina en donde comienza la montaña. Las cantidades de uva cortadas a mano por estos hombres que llenan sus lagares y que a la vez atestan el trailer de la camioneta hasta el tope, son incalculables a simple vista. La tierra es muy generosa por aquí; además de las enormes cantidades de uva que la naturaleza provee, también se cosecha manzana –la producción de sidra es muy importante–, cereza, damasco, pera y durazno. Ortubey indica que allí está además la mayor producción de ajo del país.

La bodega Hinojosa tiene alrededor de 80 años desde su creación y fue pasando de generación en generación. “Lo interesante es que elaboraban a granel, pero ésta es una de las pocas que subsistió a la llegada de extranjeros. Transformaron su producción en elaboración de vinos finos. Hoy en día, tienen premios a nivel mundial”, cuenta el funcionario.

“La producción aproximada alcanza los 800 mil litros anuales. Tenemos doscientas hectáreas en el Alto Valle de Uco. Noventa están plantadas con viñas, cincuenta con frutas y el resto están libre. Fuimos pioneros en llegar; hoy están todos los grandes capitales vitivinícolas instalados. Es una zona muy privilegiada por el clima, a mil metros sobre el nivel del mar y al pie de la cordillera”, explica Martín Hinojosa, nieto de los fundadores.

MANZANO CON HISTORIA “Este arbolito es como el fundador de esta zona. En 1950 se cumplieron cien años de la muerte de San Martín y eso impulsó la creación del monumento”, revela Pamela Salinas, guía de la Dirección de Recursos Naturales. El “arbolito” al que Salinas se refiere es ni más ni menos que el Manzano Histórico, un retoño del árbol donde el general habría descansado a su vuelta de Chile. “Recordar que regresó es muy importante, porque es la etapa más triste. El manzano representa la finalización de la campaña libertadora. Lo importante como área protegida es que se creó este parque para que el turista pueda tener una imagen sintética: una muestra sanmartiniana, el museo arqueológico, el manzano, el pino de San Lorenzo –otro retoño– y el monumento”, explica la guía.

La Reserva Provincial del Manzano Histórico se encuentra a cuarenta kilómetros de Tunuyán y tiene unas mil hectáreas donde se pueden realizar actividades como parapente, cabalgatas, pesca, trekking y escaladas. El lugar cuenta con complejos de cabañas y sitios para acampar. En la reserva también hay un centro de salmonicultura, un criadero de salmón que sirve para poblar los principales arroyos de la provincia y así permitir la pesca deportiva.

Aventuras en San Carlos Fundado en 1772, este departamento es el más antiguo de la provincia. Así, transitando por el viejo trazado de la Ruta 40, la historia dice presente en sus antiguas construcciones: casonas, bares y almacenes son parte del legado convertido en Patrimonio Histórico, Cultural y Turístico.

El río Tunuyán divide el departamento homónimo del de San Carlos. Es allí donde se instaló un emprendimiento de turismo aventura que organiza, entre otras actividades, salidas de rafting por estas aguas, que en el verano alcanzan un nivel tres de dificultad. “Nosotros estamos todo el año, aquí pueden hacer rafting, doky, hidro bronk, kayak, mountain bike, trekking y más”, enumera Marcelo Flores, responsable de Río Extremo junto con su hermano Enrique. “Con las bicicletas hacemos un recorrido por los caminos del vino, vamos a tres bodegas de San Carlos, y a otras tres de Tunuyán. Son visitas guiadas que incluyen degustaciones. También vamos a incorporar próximamente el motorbike, una bici a la que le ponés un motorcito y con un litro de nafta andás cien kilómetros, que es mucho recorrido y la gente no se cansa. Esa va a ser la actividad a desarrollar más en el invierno”, concluye.

El turismo rural es, como en Tunuyán, una de las mejores alternativas para conocer el medio de vida de la población y compartir la experiencia de las tareas de campo. En ese sentido, resulta muy interesante el emprendimiento denominado Caminos de Altamira, una red que integran pobladores de la zona con base en el pueblo de La Consulta. Así, los turistas pueden vivir realmente la experiencia del trabajo de los habitantes de la región, ya sea colaborando en la elaboración de pan casero, participando de talleres de cerámica, cosechando uvas u otros frutos de la región, o realizando diversas tareas agrícolas, terminando la dura jornada a puro folklore y con comidas típicas tales como empanadas y corderos. Para hacerla completa, el alojamiento es en casas de familia.

LAGUNA DEL DIAMANTE Uno de los sitios más espectaculares de la zona es, sin dudas, la Laguna del Diamante, una reserva natural protegida a 3250 metros sobre el nivel del mar. Este espejo de agua refleja el imponente volcán Maipo, que custodia la laguna desde sus 5323 metros. En sus aguas nadan apaciblemente especies tales como la trucha de arroyo y la trucha arco iris, mientras que en la superficie reptan el lagarto colorado y la yarará ñatá; caminan acechantes el puma, el zorro colorado y el gato montés; el pacífico guanaco también dice presente por aquí y surcan su cielo azul intenso aves como la gaviota andina, la palomita cordillerana, la lechucita vizcachera, el jote de cabeza colorada y el de cabeza negra; y el rey de las alturas cordilleranas: el majestuoso cóndor.

La laguna, uno de los principales reservorios de agua dulce de Latinoamérica, se encuentra a ciento treinta kilómetros de la Villa San Carlos, cabecera del departamento. Desde allí hay que tomar el camino que desemboca en la ruta provincial 98. El acceso a la laguna está cerrado durante el invierno debido a las condiciones climáticas.

TUPUNGATO, LA MORADA DE LA REINA Enclavado al pie del Cerro Tupungato –uno de los más altos del continente, con 6830 metros– y a unos setenta kilómetros de Mendoza, el departamento del Valle de Uco más cercano a la capital mendocina tiene un motivo de orgullo extra este año: la Reina Nacional de la Vendimia 2008, Florencia Moreno Tous, es oriunda de aquí. “El hecho de que la reina sea de este departamento causó un gran impacto, ya que recibimos a personas de otras provincias, algunos extranjeros, y hasta de la misma Mendoza interesadas en conocer Tupungato a causa de ella”, cuenta Rosalía Fara, directora del Area de Turismo de Tupungato.

“El paisaje otoñal es muy bello, por esto recomiendo recorrer dos caminos: la Ruta 89 camino a La Carrera, en donde los cultivos propios de la zona matizados con el dorado otoñal se conjugan con la imponente cordillera, pudiendo observar cóndores y demás fauna autóctona. Y el camino denominado Calle a la Estancia Silva también con un paisaje montañoso, de viñedos, y otros lugares para visita, como el Monasterio del Cristo Orante.”

Tupungato cuenta aproximadamente con unas cincuenta bodegas, de las cuales algunas se dedican al turismo, como Nonno Coletto, de un perfil artesanal; la Bodega de la familia Giaquinta o la Bodega Ancón, entre las denominadas boutiques. En todas se realizan visitas guiadas en las que se puede apreciar el proceso de elaboración y participar de degustaciones. Para visitarlas es necesario ponerse en contacto anticipadamente.

“Tenemos un camino, la Ruta 89, que en diez años se pobló de viñedos de diversos capitales extranjeros, franceses, holandeses, italianos. Fincas de grandes extensiones cultivadas de vid y con su propia bodega”, señala Fara. “Tupungato posee un clima especial. La amplitud térmica entre el día y la noche, el suelo pedregoso y el agua son factores claves que han contribuido para que la producción haya crecido dando vinos de excelente calidad y premiados a nivel mundial”, explica orgullosa.

Este departamento también es un lugar de producción frutícola por excelencia y es conocida por ser la “capital de la nuez”. En sus campos al pie de la cordillera se cultivan, además, duraznos, cerezas, peras, guindas, así como también ciruelas, membrillos y damascos.

“En Tupungato la oferta de alojamientos es muy amplia. Hay toda clase de establecimientos, desde hoteles, hosterías, hostels y cabañas, hasta la posibilidad de alojarse en casa de familia, estancias o refugios. En total hay unas 380 plazas aproximadamente”, apunta la directora de Turismo.

Por aquí, al igual que en el resto del valle, se pueden realizar diversas actividades de turismo aventura como rappel, tirolesa, trekking, cabalgata de alta montaña y más. Es sólo es cuestión de darse una vuelta.

DATOS UTILES

Cómo llegar: En avión: Aerolíneas Argentinas y Lan Líneas Aéreas realizan varios vuelos diarios a la ciudad de Mendoza con tarifas que oscilan entre los 650 y 900 pesos, ida y vuelta, de acuerdo con disponibilidad.
Por vía terrestre: desde Buenos Aires a Mendoza son 1040 kilómetros. Varias de las empresas cubren el trayecto partiendo desde la Terminal de Retiro. Los precios oscilan entre los 130 y 190 pesos ida sola, y se demora entre 15 y 18 horas aproximadamente, dependiendo del servicio.

Alojamiento y comidas: La Gertrudis: casa de campo-alojamiento.
Tel.: 02622471404/02622-15469691 - La Consulta-San Carlos
La Posada del Jamón: Ruta 92, Km 14-Vista Flores, Tunuyán
Tel.: 02622 492053. También ofrece la posibilidad de alojamiento en cabañas.

Excursiones: Río Extremo: Dique Valle de Uco-Ruta 92.
Cel.: 0261-155711554/155959835
Caminos de Altamira: www.alternativauco.valledeuco.com
Tel.: 02622-470256

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