De toda la Patagonia, Tierra del Fuego es una de las provincias que más cambian según la estación. En verano los paisajes brillan a pleno color y se reflejan en los espejos de agua de las lagunas y el canal Beagle. En otoño enrojecen al máximo por las hojas de las lengas y los ñires que cubren los faldeos montañosos. Y aunque en la cima de las montañas el blanco está omnipresente todo el año, en invierno parece descender de golpe con cada nevada para cubrirlo todo con un manto blanco sin pliegues, alisando el paisaje desde el borde de la ruta hasta la punta del pico más alto de la cordillera.

Cuando nieva en la ciudad de Ushuaia, nieva en serio. Pero lo que el paisaje pierde en color, lo gana en brillo y blanca belleza, sobre todo al atardecer cuando los destellos de sol que se refractan en la nieve subrayan con una suave “línea de fuego” el contorno de las montañas nevadas.

ESQUI DE FONDO En los alrededores de la ciudad de Ushuaia hay un circuito de 22 kilómetros donde practicar esquí de fondo, que se extiende a lo largo de dos hermosos valles al pie de la cordillera. En ellos hay nueve centros invernales ubicados casi en línea recta a la vera de la Ruta Nacional 3, que vendrían a ser paradores bien calefaccionados donde se sirve gastronomía patagónica, se alquilan equipos y se organizan excursiones en motos de nieve y trineos tirados por perros siberianos.

Cada centro invernal se ocupa de mantener con un pisanieve su segmento de la pista.

El esquí de fondo nació en los países nórdicos de Europa como una forma de transporte cuando las personas quedaban aisladas por la nieve. Se lo considera la modalidad más sencilla del esquí, ya que se practica en superficies por lo general planas, con leves declives o subidas. Por lo tanto es más relajado y lo pueden disfrutar personas sin experiencia previa, desde niños pequeños hasta ancianos bastante mayores.

En primer lugar, el esquí de fondo –también llamado esquí nórdico– es un excelente ejercicio aeróbico para quemar calorías, ya que se avanza lentamente, alcanzando un máximo de 15 kilómetroS por hora al impulso de la propia fuerza del esquiador, quien cuando se siente cansado simplemente se detiene a contemplar el paisaje. El movimiento consiste en suaves deslizadas, y en cierta medida es como caminar sobre la nieve sin levantar los pies.

En países como Noruega o Finlandia el esquí de fondo es más popular que el alpino, e incluso es considerado el deporte nacional. En todos los países existe una competencia tradicional anual que es el punto cumbre de la temporada de invierno, donde participan hasta 20.000 personas. Y Tierra del Fuego también tiene su gran Marcha Blanca, que en el 2008 ya va por su edición numero XXII, organizada por el Club Andino Ushuaia. Este año se realizará el 17 de agosto.

Los orígenes de la Marcha Blanca en Tierra del Fuego se remontan a 1981, cuando un grupo de esquiadores organizaron un cruce de la cordillera fueguina sobre esquíes de fondo en homenaje al que había realizado un siglo y medio antes el general San Martín. La segunda marcha se realizó 1986, partiendo desde Rancho Hambre hasta llegar a Las Cotorras. Una singularidad de esta “carrera” es que fue pensada en un sentido tanto competitivo como participativo. Esto significa que, además de los corredores expertos, la idea es que también participen las familias y la colectividad en general.

Por eso, además de los mejores tiempos se premian el mejor disfraz de la marcha, el participante de mayor edad, el más chico, la familia más numerosa y la escuela con mayor concurrencia.

Hoy en día la Marcha Blanca es el máximo acontecimiento invernal de la provincia, homologado por la Federación Internacional de Esquí. Esto hace que vengan participantes de peso como esquiadores de España,Italia, Rusia, Eslovenia, República Checa, Estados Unidos, Brasil y Argentina (incluidos los dos fueguinos que representaron al país en las últimas Olimpíadas de Invierno de Italia). A lo largo de los valles se recorren dos circuitos, uno de 21kilómetros para competición y otro de 7,5 kilómetros que es recreativo, para la población y los turistas en general. El punto de largada se va cambiando año tras año, y durante la carrera se atraviesan los distintos centros recreativos invernales dedicados a esta especialidad.

PERROS DE OJOS AZULES Tierra del Fuego es un lugar excepcional para la cría de perros siberian huskies y alaskan, razas muy resistentes a las bajas temperaturas, con aspecto de lobo y unos ojos diáfanos tan azules como los glaciares. Se los utiliza para acarrear los trineos, una costumbre originaria del Polo Norte para atravesar con rapidez las grandes extensiones heladas. Pero con el tiempo se fue transformando en una manera distinta de andar por los paisajes nevados, hasta convertirse en un deporte competitivo llamado camsled- dog que convoca adeptos de todo el mundo para sus competencias.

La autoridad máxima en sleddogs dentro de Tierra del Fuego es un personaje ya célebre en la provincia que parece salido de una novela de Jack London, conocido como el Gato Curuchet. Se define a sí mismo como “musher, navegante, buzo, montañista y amante de la nieve y los hielos”. A sus veintiún años –a comienzos de los setenta–, llegó hasta Ushuaia a dedo con la intención de irse en barco a Alaska.

Pero asegura que quedó tan deslumbrado por la fuerza del lugar que decidió vivir allí para siempre. Sin embargo, su sed de aventura lo llevó a viajar por el mundo y vivir un tiempo con los esquimales, de quienes copió algunos elementos de su cultura.

De ellos aprendió la habilidadde conducir trineos tirados por perros y más tarde fue a competir a Alaska, la meca de este deporte.El Gato Curuchet realiza excursiones turísticas en sled-dog y también recibe huéspedes en su rústica cabaña de madera para llevarlos en largas travesías por la montaña. Vive en las afueras de Ushuaia, en el Valle de Lobos, en medio de bosques y montañas. En el living de su casa están todos sus trofeos y los mapas de sus expediciones antárticas.

Escuchar las aventuras que cuenta el Gato es uno de los atractivos de la visita, que se puede realizar incluso aunque uno no vaya a hacer las excursiones, simplemente para conocer el criadero con ochenta y dos perros huskies rigurosamente

cuidados. A tal punto que, sin ser gatos, también calzan botas. Se las hace su dueño para que los perros no se lastimen las patas cuando a veces llegan a recorrer unos 200 kilómetros.

Los preparativos para una excursión turística en trineo son un verdadero ritual. Los perros ladran excitados, esperando la voz del amo. Y cuando el Gato grita “¡Vamos chicos!”, arrancan con ímpetu y se lanzan a toda velocidad por los senderos nevados.

GOLF SOBRE LA NIEVE El centro de esquí Cerro Castor será sede este año de un singular camspeonato de golf sobre la nieve. El torneo se llevará a cabo el 16 y 17 de agosto en una cancha de 9 hoyos construida con máquinas pisanieve que alisarán el terreno al pie del cerro. Desde ya que jugar al golf en la nieve tiene sus inconvenientes, así que se usa por ejemplo una pelotita naranja fluorescente que no se pierde en la blancura. En el caso del “green” –que no es verde–, a pesar de que se lo aplana y rastrilla especialmente, no tiene la lisura del pasto y por eso el hoyo tiene un diámetro más amplio que los normales, para facilitar un poco las cosas. Los carritos para los palos no están permitidos porque arruinan la cancha y todas las veces que uno quiera puede hacer un montículo de nieve para elevar la pelotita y golpearla (o usar un tee). Incluso se la puede mover de lugar hasta 15 centímetros.

SKIJORING Y PATINAJE El esquí alpino es el deporte por excelencia en Tierra del Fuego, y se lo practica en los centros de montaña Cerro Castor y en el centro recreativo Glaciar Martial. Otra manera muy curiosa de disfrutar de este deporte es el skijoring: se esquía acompañado por un perro al que se lleva atado con una soga de dos metros y medio. La idea no es por supuesto que el perro haga todo el esfuerzo, sino que sea compartido.

Por lo general se esquía con un perro propio ya que la clave de todo está en que obedezca las voces de mando sin chistar. La congelada Laguna del Diablo, ubicada en el Barrio Andino, es el lugar ideal para patinar sobre hielo de día y también de noche porque está iluminada.