MAR DE AJO VERANO FAMILIAR EN EL PARTIDO DE LA COSTA
A la playa con los chicos
Un balneario para veranear con toda la familia, más económico que los grandes centros masivos de la costa, y con un buen nivel de servicios. Una larga playa sin aglomeraciones y excursiones muy entretenidas a Mundo Marino, Bahía Aventura y el Zoo Costa Silvestre.
Por Julian Varsavsky
Mar de Ajó podría definirse como un balneario para grupos familiares con chicos que buscan disfrutar de una playa muy amplia sin el “hormiguero de gente” que suele cubrir la arena de otros destinos de la costa en los meses del verano. El otro aspecto que diferencia a Mar de Ajó es el precio de su hotelería y gastronomía, más económico que en los grandes centros masivos y con un buen nivel de servicios.
Durante una tarde a pleno sol en temporada alta, en las playas de Mar de Ajó hay lugar de sobra para ocho picaditos de fútbol, dos partidos de vóley, incontables desafíos de paleta y montones de castillos de arena con un niño semi-oculto tras sus murallas. Al haber muchas familias con chicos, cada parador de la playa tiene su correspondiente equipo de animación infantil, que se encarga de cuidarlos durante todo el día. Por ejemplo, quienes alquilen una carpa en el parador Club de Mar Casino y Playa pueden dejar a sus chicos en el Mini-Club, donde hacen gimnasia, juegan a la oca e incluso los llevan al mar con sumo cuidado. De alguna manera, se busca que los padres puedan desentenderse de los hijos durante gran parte del día y disfrutar de un verdadero descanso sin preocupaciones. Este balneario también dispone de un equipo de animación para los grandes, que organiza campeonatos de truco, fútbol-tenis, vóley y paleta.
Buceo en Mundo Marino Luego del cierre del Acuarium de Mar del Plata, el único parque de este tipo que existe en la Costa Atlántica es Mundo Marino, ubicado en San Clemente del Tuyú, a una hora de Mar de Ajó, desde donde parten combis que cobran $ 12 por persona ida y vuelta. La visita justifica un día entero, y acaso la propuesta más original del parque sea la posibilidad de que un chico –y también los padres– realice un bautismo de buceo en un piletón de 4,20 metros de profundidad, ambientado como las profundidades marinas, con rocas y los restos de un “galeón” hundido, por donde se pasean la brótola, la corvina, el bagre, la lisa y la burriqueta, entre otras especies autóctonas de la zona. Al tratarse de un estanque tan pequeño y sin corrientes marinas, no hay ningún riesgo. La experiencia de buceo cuesta $ 39 y el snork en la superficie $ 20.
La entrada a Mundo Marino cuesta $ 14 para los niños y $ 19 para los mayores, e incluye el acceso a todos los espectáculos a lo largo del día. Además hay paseos en tren y un original recorrido en una lancha anfibia que se interna por unos pantanos (se cobra aparte).
El parque también es un centro de rehabilitación de mamíferos marinos y de pingüinos empetrolados, que una vez curados se exhiben en una laguna.
Durmiendo con los delfines El departamento educativo de Mundo Marino tiene una original propuesta para pasar la noche en el parque. Comienza a las 19.30 y hay que llevar bolsa de dormir. Los visitantes se tienden sobre un piso alfombrado frente a un gran ventanal de 30 metros que da al fondo de la pileta donde habitan los delfines. De esa forma, con la ayuda de un biólogo, se observan los hábitos nocturnos de este amigable pez que parece estar siempre sonriente. Por lo general los padres también duermen en el lugar y participan de los juegos del equipo de animación y de los recorridos por el parque vacío, para observar también a las otras especies. Pero el espectáculo mayor llega con el amanecer, cuando los rayos del sol entran por el ventanal de la pileta y los delfines saludan a los visitantes con el agudo sonido de sus “buenos días”. El plan “Durmiendo con los Delfines” cuesta $ 67 para los mayores y $ 53 los menores, incluyendo la cena y el desayuno, además de la entrada al parque para ver los espectáculos al día siguiente.
Desde el faro A 5 kilómetros de Mundo Marino, dentro de una Reserva Provincial, hay un parque ecológico llamado Bahía Aventura que justifica una visita de al menos medio día. Uno de los atractivos principales es el Faro San Antonio, una gran estructura de acero traída desde Francia en1892, rodeada por un pequeño muro (originalmente era una fortaleza militar). Al faro se sube en un moderno ascensor panorámico y desde el balcón circular cubierto por cristales se observa claramente la saliente de Punta Rasa, el punto más oriental del país, en el Cabo San Antonio. Pero también se ve toda la Bahía de San Borombón, los arroyos Las Nutrias y San Clemente, y una serie de pantanos que forman un humedal donde habitan infinidad de aves.
Dentro de Bahía Aventura hay una Estación Biológica de la Fundación Vida Silvestre donde se monitorean las aves migratorias como los chorlos y las gaviotas que llegan desde Long Island –EE.UU.– y Alaska todos los años. La entrada a Bahía Aventura cuesta $ 7,50 e incluye la ascensión al faro, un audiovisual y una serie de charlas educativas que se brindan en medio del bosque y en un recorrido por la costa de la Bahía de San Borombón y el humedal con sus bandadas de flamencos. También hay una entrada alternativa de $ 3,50 que no incluye el audiovisual ni el acceso al faro.
Zoo Costa Silvestre A 13 kilómetros de Mar de Ajó –y antes de llegar a San Clemente– hay un zoo en medio del bosque, ideal para pasar una tarde con los chicos, que en sus 50 hectáreas alberga una buena cantidad de ciervos dama y axis –de larga cornamenta–, faisanes, un carpincho, cabras y una pareja de monos carayá. En una laguna hay varias clases de patos y flamencos, y en un corral están encerrados Estrella y Bombón, una llama y un cabrito que los chicos pueden alimentar y acariciar. Uno de los entretenimientos más populares son las cabalgatas (para los chicos, en petiso) y cuesta $ 5 la media hora.
Mucha gente llega a Costa Silvestre con mate y factura para pasar la tarde bajo las arboledas, donde disponen de sillas y mesas. La entrada cuesta $ 3, y un abundante asado $ 6 por persona. Para los postres se ofrecen deliciosas tortas de manzana y chocolate ($ 2).
Vedettes de la pesca “Este año las vedettes han sido la brótola y la corvina”, afirma Oscar López, una verdadera eminencia pesquera de la zona, con 22 años de experiencia en el oficio. Desde su local de venta de artículos de pesca –ubicado en Avenida Costanera 910–, el ya famoso “lopecito” organiza salidas de pesca embarcada desde hace una década. Debido al exceso de depredación, la pesca desde la costa en Mar de Ajó ofrece pobres resultados, pero como contrapartida una salida de pesca embarcada suele deparar un promedio de 10 a 15 ejemplares por cada pescador. Este año ha sido pródigo en brótolas de unos 2 kilos, y en este momento en particular abundan por sobre todo las corvinas, con portes que oscilan entre un kilo y un kilo y medio. Otras especies comunes son el congrio –de hasta un metro de largo–, la pescadilla y los bagres de unos dos kilos.
Una salida de pesca con “lopecito” cuesta $ 40 por persona, incluyendo todos los equipos, la carnada, agua y gaseosas. Las salidas son todos los días a las 9 y a las 15 horas, regresando unas cuatro horas más tarde. Se utiliza una lancha de 6,50 metros de eslora, con capacidad para 6 pescadores y equipadas con balsa autoinflable, conexión de radio con la Prefectura y teléfono celular. Reservas: 02257-429487.
El otro centro de pesca importante cerca de Mar de Ajó es la Laguna Salada Grande, ubicada a 29 kilómetros de la ciudad, en General Lavalle. Aquí la pesca también es embarcada y se puede contratar al guía Antonio Serviño, quien dispone de una camioneta 4x4 ideal para poder llegar con facilidad hasta la laguna por un camino de tierra. Este guía organiza salidas de hasta tres pescadores por un precio total de $ 140, partiendo desde Mar de Ajó a las 7 horas para regresar a las 17:30 (no incluye los equipos de pesca). La laguna Salada Grande es muy famosa por la cantidad y calidad de sus pejerreyes, que oscilan entre los 500 gramos y un kilo con 200 gramos. En un buen día de pesca pueden salir hasta 50 ejemplares por pescador. La Salada Grande quedó el año pasado en segundo lugar dentro delranking de lagunas de pesca en la Provincia de Buenos Aires. Reservas: Tel.: 02257-15538779.
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