Vestirse para disfrutar de la nieve es hoy una cuestión de tecnología. Viajar a cualquier lugar de la Patagonia en invierno significa estar preparado para afrontar posibles vientos, frío y condiciones climáticas adversas: mal abrigados, la experiencia no será agradable. Por eso en los últimos años se asiste a un desarrollo cada vez más intenso de vestimenta adecuada no sólo para esquiar sino para enfrentar sin problemas bajas temperaturas, lluvias y nieve. Sebastián Painceira, un experto de GoreTex –la tela que se utiliza en la confección de prendas impermeables de alta tecnología– recomienda la forma ideal de vestirse, apelando a las “capas de cebolla”. La capa base, o de “alta capilaridad”, es la que está en contacto con la piel y debe ser siempre de fibras sintéticas o mixtas no absorbentes. El algodón, que absorbe la transpiración natural del cuerpo, queda por lo tanto descartado. La segunda capa es la aislante, y puede estar compuesta por una amplia variedad de fibras y tejidos aislantes, en general con aislamientos sintéticos, ya que son menos absorbentes y secan más rápido que los naturales. Finalmente, la tercera capa funciona como protección ante los elementos y están destinadas a mantener secas las capas aislantes: deben ser impermeables, transpirables para evitar la acumulación de humedad interna y cortaviento.