En el Refugio del Agrio, que recuerda los paisajes antárticos, viven Gimena y Máximo, una pareja joven procedente de Buenos Aires que se instaló en Caviahue para desarrollar la cría de perros de trineo: todo un desafío, si se recuerda que durante el invierno este valle está tapado por la nieve y la única manera de llegar es en moto de nieve o practicando esquí de fondo. Los dueños del refugio crían una raza llamada “american indian” o “alaskan husky”, más delgados pero más veloces que los siberian huskies: sus cuerpos huesudos de ojos casi transparentes ocultan una fuerza insospechada. Durante el invierno, Gimena y Máximo enseñan a los turistas cómo se maneja un trineo tirado por perros, cómo se cuida a los animales, cómo hay que moverse en un paisaje blanco donde la nieve borra todas las señales de orientación. Durante el verano abren el refugio a pescadores y gente que viaja con su propio vehículo y prefiere estar aquí, lo más lejos posible de la civilización y lo más cerca posible de las fuentes de la naturaleza.