El proyecto girado por el gobernador Oscar Mario Jorge requirió este mediodía un corto trámite sobre tablas, después de disturbios entre policías de la Cámara y un grupo de manifestantes que respaldaban la continuidad del funcionario en el cargo.

En la sesión, que apenas pudo escucharse por los gritos, silbidos, aplausos e insultos de los seguidores del ahora ex intendente, estuvieron 25 de los 26 legisladores, ya que estuvo ausente Sandra Fonseca, justicialista, esposa de Tierno.

El gobernador deberá ahora nombrar al interventor que tendrá un plazo de 180 días hábiles para convocar a elecciones tanto ejecutivas como deliberativas y normalizar así el municipio.

La medida, "extrema" y "lamentable" según dijo el propio Jorge al anunciarla este jueves, pone paños fríos a un clima de extrema tensión social que se tradujo en sucesivas protestas callejeras de miles de vecinos que exigían la renuncia de Tierno.

Es que el ex intendente, encantado con que lo llamaran "sheriff", gobernaba por decreto frente a un Concejo Deliberante que se negaba a sesionar porque una mayoría rechazaba sus iniciativas, al considerarlas cuando menos autoritarias.

Por decreto, aprobó el presupuesto municipal, creó la policía comunitaria, cerró el Centro Cultural, aumentó las tarifas el 49 por ciento y las multas de tránsito en más de mil por ciento, prohibió que menores de 12 años circulen en bicicleta e impulsó multas de 250 pesos para quienes tuvieran más de dos perros.

En apenas tres meses de mandato, Tierno combinó ese estilo con un gran protagonismo en todo tipo de medios periodísticos, mientras clausuraba negocios de Santa Rosa o inspeccionaba desde móviles policiales la ciudad durante la noche.

La crisis se agravó cuando Tierno por falta de quórum, se vio impedido de inaugurar las sesiones ordinarias del Concejo y ante sólo seis ediles justicialistas, los únicos afines a su gestión, pronunció su discurso.

Mientras tanto, afuera la policía provincial reprimía hasta con disparos al aire a periodistas, vecinos y concejales que pretendían ingresar al recinto, en una jornada que terminó con manifestantes y reporteros gráficos golpeados.

Esa represión, denunciada penalmente, fue criticada por el jefe de la Policía de La Pampa, comisario Ricardo Baudeaux, quien abrió un sumario para investigar los hechos.

Poco después renunció el ministro de Gobierno y Justicia, Rodolfo Gazia, por la "grave crisis institucional de la municipalidad, que se hace insoportable", según alegó.

Para esta noche se esperaba una multitudinaria marcha en Santa Rosa, esta vez, según los organizadores, "para festejar la alegría de un pueblo, que en un hecho inédito e histórico para nuestra ciudad, pudo destituir a un jefe comunal fascista".