Tras un breve receso durante la intervención de Uribe, Correa tomó la palabra para advertir a los ciudadanos dominicanos de que tengan cuidado, ya que si Uribe "cree que en la República Dominicana hay otro Raúl Reyes, viene y bombardea", dijo.

Ante esta acusación, Uribe interrumpió para asegurar que si así fuera "lo capturaríamos con la colaboración del Gobierno y de la Policía Dominicana".

Además, pidió a Correa que no le aplicara a él "el cinismo de los nostálgicos del comunismo", ante lo que Correa aseguró sentir "vergüenza ajena" y pidió disculpas.

El líder ecuatoriano tomó de nuevo la palabra y expresó lo difícil que resulta "creer a alguien que ha mentido tanto y tantas veces".

A continuación, en alusión a las acusaciones de Uribe, quien momentos antes vinculó a Correa con las FARC, el mandatario de Ecuador mostró sus manos al resto de los asistentes y dijo: "estas manos están limpias y sin sangre".

Correa rechazó su vinculación con las FARC y pidió la creación de una fuerza internacional de paz que se despliegue en la frontera sur de Colombia para garantizar la seguridad.

Durante la intervención de Uribe, de más de una hora de duración, el presidente nicaragüense se levantó de su asiento, en señal de protesta por la extensión de la intervención del presidente colombiano, y se situó de pie tras la delegación de Ecuador.