La estrategia oficial para enfriar la demanda se basa precisamente en sus intervenciones tanto en el mercado de contado como vendiendo dólares a futuro.

En el mercado mayorista del Siopel el billete norteamericano bajó 0,15 por ciento a 3,177 pesos, mientras que el tipo transferencia repitió los 3,178 pesos de ayer.

Las operaciones a término convalidaron un dólar en 3,178 pesos (-0,03%) para los compromisos de fin de mes y ubicaron en 3,188 (-0,06%) los vencimientos de junio, mientras que para julio se ofreció 3,195 (-0,34%).

La sensación dominante entre los operadores es que no existen riesgos de una disparada en la cotización del dólar y, en este sentido, los expertos recuerdan que los 50 mil millones de dólares en reservas respaldan las decisiones del Banco Central.

Las cotizaciones al público en las principales agencias de cambio del microcentro porteño permanecieron inamovibles en 3,17 pesos para la compra y 3,21 para la venta.

Los operadores consultados sostienen que la demanda privada de divisas está cómodamente abastecida por el Central que asume el papel de principal proveedor de dólares ante la retracción de los ingresos que provienen de las exportaciones del sector agrícola.

En opinión de los expertos el dólar seguirá más demandado mientras dure la protesta del campo, pero como se trata de un mercado chico, se asegura que los exportadores volverán a intensificar sus liquidaciones para cumplir con los compromisos asumidos dotando nuevamente de liquidez a la plaza cambiaria.

La actividad cambiaria se completó con un tipo de cambio de referencia en 3,1752 pesos (anterior 3,1812).

Se trata de un valor que el Central establece diariamente para utilizar en operaciones entre particulares o empresas en las que se necesite un precio testigo.