España se consagró hoy campeón del fútbol europeo por segunda vez en su historia, después de 44 años, tras ganarle a Alemania por 1-0 en la final de la Eurocopa 2008 jugada ante 50 mil espectadores en el estadio Ernst Happel, de Viena.

El delantero del Liverpool inglés Fernando "El Niño" Torres señaló el tanto de la consagración a los 33 minutos del primer tiempo con una sutil definición sobre el arquero Jens Lehmann, luego de un gran pase de Marcos Senna.

El estadio Ernst-Happel de Viena, será el escenario que recbirá desde las 15.45 la clausura de la Eurocopa, y ha sido testigo en sus 77 años de historia de grandes eventos deportivos pero también de trágicos momentos.

El coliseo, obra de los gobiernos socialistas del periodo de entreguerras que dieron a Viena el sobrenombre de "la roja", fue inaugurado en julio de 1931 con la celebración de las segundas Olimpiadas de Trabajadores.

En septiembre de 1931, en su primer encuentro en el nuevo estadio, la selección austríaca humilló a Alemania al vencer por 5 goles a 0 a sus vecinos del norte, un resultado inimaginable hoy para la débil selección alpina.

Tras la anexión de Austria por la Alemania nazi, el Ernst-Happel fue empleado con fines mucho más dramáticos.

Entre el 9 y el 11 de septiembre de 1939, miles de judíos vieneses fueron hacinados en el coliseo en pésimas condiciones higiénicas. Y el día 30 de septiembre del mismo año, más de mil personas fueron trasladadas desde el Ernst-Happel al campo de concentración de Buchenwald.

Tras la Segunda Guerra Mundial, se repararon los desperfectos producidos por los bombardeos aliados durante la Segunda Guerra Mundial y se amplió su capacidad.

Su máxima aforo se registró el 30 de octubre de 1960, cuando 90.726 espectadores contemplaron la victoria de Austria contra España por tres goles a cero.

Tras una remodelación en los años 1980, el campo ha servido para acoger a partidos de la liga nacional austríaca, y también ha sido escenario de encuentros internacionales memorables, como la final de la Copa de Europa de 1964 en la que el Inter de Milán venció al Real Madrid por 3-1.