"Desde mañana se completará el análisis final de toda la prueba y se realizarán las ampliaciones respectivas de las declaraciones indagatorias", aseguró Oyarbide en la puerta de su departamento, en La Recoleta, antes de dirigirse a los Tribunales de Comodoro Py. El magistrado volvió a pedir "paciencia" para dar a conocer más detalles de la investigación.

"Les pido que sepan tener paciencia, cuando no esté vigente el secreto de sumario les facilitaré elementos importantes que la comunidad necesita saber", dijo el juez, quien confirmó que ayer le otorgó la excarcelación a una de las 40 personas detenidos en el marco de la pesquisa.

"Una persona salió en libertad y las restantes están todas aún detenidas porque denegué las excarcelaciones presentadas por sus abogados. Sin dudas que esto traerá aparejado las apelaciones y será el superior tribunal quien finalmente decida si deben estar detenidas o recuperar su libertad", explicó Oyarbide.

El juez destacó también que el tema tiene implicancias internacionales y que no son solamente jugadores de fútbol los implicados "sino también particulares envueltos en esta cuestión".

Consultado sobre la posibilidad de que en los próximos días cite a declarar a varios futbolistas argentinos que tramitaron pasaportes para ir a jugar al exterior, el juez eligió la cautela porque aún faltan cumplirse ciertos pasos.

La investigación comenzó el año pasado a raíz de a denuncia del Consulado General de Italia que había detectado la falsificación de pasaportes.

Tras una pesquisa realizada por personal de la Gendarmería Nacional y de la SIDE, el viernes pasado el juez Oyarbide ordenó la realización de 110 allanamientos y la detención de 40 personas, 32 de ellas mujeres. Los procedimientos fueron realizados en su mayoría en gestorías, escribanías y estudios de abogados, aunque también se allanaron las oficinas de los clubes Independiente y Lanús.

Todos los sospechosos están acusados de los delitos de asociación ilícita y falsificación de documento público pero Oyarbide también analiza imputarles el de falsedad ideológica. Las sospechas de los investigadores es que esta organización se dedicaba a la adulteración de documentos públicos, en especial, para la venta de futbolistas al extranjero.

Muchos de los futbolistas son contactados por clubes europeos que les exigen tener la doble ciudadanía antes de ser contratados, ya que los equipos tienen un cupo limitado de jugadores extranjeros para que formen parte del plantel.