Juan Pablo Gallego, abogado del Comité Argentino de Seguimiento de los Derechos del Niño (CASACIDN) dijo a la prensa que la defensa de Grassi realizó "un planteo de nulidad" que deberá ser analizado por el tribunal de Morón.

De esta manera, el juicio pasó a un cuarto intermedio hasta mañana a las 12, cuando el tribunal decidirá dar lugar o no al planteo de la defensa de Grassi.

El sacerdote Julio César Grassi manifestó hoy que se presenta al juicio oral "a buscar justicia", reiteró su inocencia, aunque dijo que teme ir preso. "Vengo a buscar justicia, hay sectores de la justicia que no actúan mal, yo creo en la justicia, por eso estoy tranquilo", dijo Grassi a la prensa, al ingresar a los tribunales de Morón.

"Estoy sereno, estoy tranquilo", aseguró el sacerdote, al tiempo que defendió la obra realizada en la Fundación Felices los Niños. "Soy inocente, lo voy a demostrar además con pruebas concretas", dijo y agregó: "Creo que la justicia está encarnada en hombres y los hombres pueden fallar".

"Estoy muy tranquilo, firme", aseguró, pero admitió: "No voy a decir que me gusta todo esto, que estoy feliz". Consultado acerca de si tiene miedo de ir preso, el cura dijo: "Sí tengo miedo, de todo lo malo". "Vengo feliz de que empiece el juicio, ya que hace muchos años iba a hacerse el juicio oral y le pegaron una zancadilla a la justicia, porque quieren perjudicarme", sostuvo Grassi.

Grassi defendió la actividad que desarrolla en la Fundación Felices los Niños y en este sentido dijo que "ha sido gratuita en nombre de Dios y de los pobres". Consultado sobre la televisación del juicio, el cura dijo que pidieron "la televisación de la audiencia, me refiero al registro fílmico, lo que fue rechazado, luego apelamos y también fue rechazado el viernes pasado".

Cuando se le preguntó por sus declaraciones en las que dijo ser pecador, aclaró que hablaba "de la realidad del pecador" y aclaró: "No hablo de que cometa este tipo de pecados".

En este sentido, dijo que "todos somos pecadores y desde el Papa hasta el último monaguillo todos los días rezamos el yo pecador y el pésame y comenzamos la misa diciendo: 'Señor ten piedad'".

Consideró que "lo peor son los fariseos, que están en la puerta de la iglesia golpeándose el pecho y acusando a los demás; cuando se acusa tan gratuitamente en realidad ocultan sus propias faltas".